En el invierno pareciera que la actividad frutícola está en reposo. No es así, entre otras tareas, es el momento de la poda. Sacar las ramas que son improductivas, las que no generan frutos, esto permite que la planta pueda luego mostrar todo su potencial.

Hoy la noticia viene en este punto. Parece increíble en tiempos de crisis, pero la realidad es que se hace difícil conseguir trabajadores que estén dispuestos a realizar labores de campo.

Es cada vez más habitual que lleguen trabajadores de otras provincias, principalmente de Tucumán, a realizar las tareas de poda en nuestra región. Antes solo estaban presentes para la cosecha.

José Alberto García, productor y dirigente de la Cámara que representa a los productores frutícolas de Roca, analizó el tema en La Carretera. Se lamentó por  la interrupción de los cursos de capacitación que se realizaban promocionados por UATRE, La Federación y el gobierno provincial.

José prefiere trabajar con gente de la zona que ya conoce el oficio, pero cada vez es más difícil de conseguir. “Muchos desocupados temen perder el beneficio de algún plan que estén recibiendo”. Él aclara que no es así, el plan se interrumpe mientras dure el trabajo y luego el operario puede volver a recibir el beneficio. Sin embargo, muchos temen perderlo y directamente no intentan buscar trabajo.

Quedan pocos días para poder concretar esta tarea puesto que cuando lleguen los primeros calores, las plantas comienzan a “moverse” y la poda no se puede realizar.

José Alberto García cree que muchas chacras quedarán sin podar. Esto resentirá  la calidad de la fruta para la próxima cosecha.

Los productores no consiguen podadores y la cantidad de desocupados aumenta cada año. Este contrasentido que crece todos los años “debería ser encarado por el Estado, instrumentando políticas activas que fomenten el trabajo y la capacitación”.