Hace algunos días, se logró destrabar un aporte millonario para un proyecto de producción industrial de levaduras autóctonas. La iniciativa es de la Facultad de Alimentos de Villa Regina. Está enfocada en la elaboración de levaduras para vinos tintos mediante el uso del bagazo del desecho de manzana. La vicerrectora de la Universidad del Comahue, Adriana Caballero, destacó que la línea de producción será única en el país.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología había dado el visto bueno en 2017. La Universidad del Comahue había presentado la propuesta en asociación con una empresa privada, dentro del desarrollo de innovación tecnológica. “Patagonian Village, de los conocidos jugos PuraFrutta, tienen un desecho importante de manzana, prácticamente el 30% de lo que prensan. Se nos ocurrió usar ese bagazo para hacer levaduras. Históricamente se producen con melasa de caña, que en la Argentina no hay. Queríamos hacer estas levaduras para diferenciar los vinos nacionales, para nuestros bodegueros. Sabíamos que se podía, probamos y presentamos un plan en 2018″, resumió Adriana Caballero. Esta levadura autóctona llegará a los productores vitivinicolas de la región y evitará los costos de importar esta materia prima.

Lamentablemente, las etapas de financiamiento nacional se fueron dilatando y el proyecto entró en una meseta de casi 2 años. El ahora legislador Luis Albrieu (ex intendente de Villa Regina) junto al senador Martín Doñate lograron recuperar el interés en este desarrollo. “Estaba demorado y faltaba muy poco, con los subsidios pudimos comprar el equipamiento para la línea de producción. Quedó pendiente la caldera y el comprensor. Hicieron las gestiones y nos giraron los fondos y estamos a punto de producir”, explicó la vicerrectora. En principio, las levaduras serán para las bodegas regionales pero no descartan maximizar la venta. “Queremos abrirnos a otros mercados, nacionales e incluso internacionales. Estamos muy contentos de seguir avanzando”, agregó.

Villa Regina se perfila como un polo provincial pionero en la producción de alimentos. Con la sede universitaria como promotora de novedosas ideas, la ciudad suma proyectos vinculados a innovar y mejorar las industrias de la región. “Queremos armar una sociedad público – privada y montar una estructura de producción en el establecimiento Moño Azul. Argentina es el quinto productor de vinos y el consumo de levaduras es de 266  toneladas anuales. En el Alto Valle el requerimiento estaría entre 3 y 5 toneladas por año. Con el fermentador que tenemos, podríamos producir 40 toneladas por año”, detalló la doctora Caballero.