El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del ACV. Este año el principal objetivo es difundir la importancia de la actividad física en la prevención del accidente cerebrovascular. En la región se organizó la competencia virtual ACV Virtual Race para concientizar sobre la importancia de ponerse en movimiento. En La Carretera, hablamos con la doctora Miriam Vicente, especialista en neurocirugía.

“El ACV es una enfermedad muy frecuente que afecta a 1 de cada 4 personas, cualquiera lo puede sufrir y se puede prevenir. La mayoría de las veces tiene que ver con una obstrucción de las arterias, lo que se llama infarto cerebral. Cuando perdemos la irrigación a nivel cerebral se pierden las funciones del cerebro, porque perdemos el combustible que hace que nuestras células vivan. En cada ACV se pierden 2 millones de neuronas. La buena noticia es que lo podemos prevenir y tratar. Si lo identificamos de manera rápida tenemos unas tres o cuatro horas para tratarlo, administrar drogas y lograr que el coagulo se disuelva o la arteria se destape”, aseguró la profesional.

En cuanto a los síntomas que se presentan, Vicente remarcó que hay que estar atentos a la asimetría de la cara. “La persona no puede sonreír, la mitad de su cara no se mueve. También hay dificultad para movilizar el cuerpo, brazos y piernas pierdan fuerza muscular. Además, se presenta un trastorno en el habla. El paciente no podrá repetir una frase o lo hará de manera incoherente. Otro indicio es una cefalea muy intensa, un dolor que nunca tuvo en su vida”.

El ACV tiene una mortalidad cercana al 30 %. Muchas de las personas que lo padecen pueden quedar con una discapacidad severa si no es tratado a tiempo. Afecta a personas mayores de 25 años, pero es más frecuente en adultos mayores de 60 años. No solo es importante la actividad física para prevenir, también es fundamental controlar factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol, la diabetes y el hábito de fumar.