Una pareja de Allen tuvo su final feliz. Pudieron unirse en matrimonio en plena pandemia luego de muchas idas y vueltas. Se trata de Mabel Campos y Heber Cheuqueta.

Los recién casados tuvieron que pasar angustiosas horas antes de poder dar el sí ante el juez. La esposa cuenta que la semana pasada fue a realizar los trámites al Registro Civil de Allen. La fecha de casamiento estaba para el día 30 de diciembre pero desde el registro la citaron para el Lunes 28. Ese día se encontró con que el personal estaba de retención de tareas, trabajando solamente de 9 a 10 de la mañana y no pudieron atenderla.

El llamado era para el trámite de huellas digitales, y presentar toda la documentación. Campos aclara que tenía que presentar los análisis de cada uno y que tiene una duración de siete días. En caso de no poder casarse deberán hacer todo de nuevo y afrontar los gastos correspondientes. Ante esta situación decide volver el día 29 y se encuentra con una persona que es delegada del gremio UPCN. Ahí le informan que la delegada y encargada del registro civil se había tomado licencia para ir al dentista.

Ante esto, se plantea que ellos tienen turno para casarse el miércoles y hasta el martes no tenían la certeza de si se iba a poder dar la unión civil. También le comentó de los gastos que implica el alquiler del salón, la pequeña fiesta que debe hacerse por protocolo y los gastos administrativos. No hubo respuesta. 

Finalmente, la hermana de Campos pudo gestionar ante el director provincial de Registro civil, Lucas Villagrán, la posibilidad de casarse en la vecina ciudad de Fernández Oro. El trámite pudo realizarse ya que Campos es oriunda de la vecina localidad, aunque hace más de seis años que vive en Allen.

Los novios se acercaron hasta Fernández Oro y en un pequeño pero emotivo acto, solo con la presencia de los testigos y algunos familiares dieron el si.