La Asociación Lazos Azules refuerza la campaña “Más Luces, Menos Ruidos”. A horas de despedir el año 2020 apelan a la solidaridad de los vecinos de la región. Los festejos de Navidad impactaron fuertemente. En muchas localidades del Alto Valle, donde la pirotecnia de estruendo está prohibida, el nivel de ruidos opacó el encuentro familiar.

En La Carretera, dialogamos con Mariela Galván, referente de la asociación en la ciudad de Fernández Oro. “Si bien el uso de pirotecnia se ha aplacado en estos últimos años, hay localidades que tienen la ordenanza que prohíbe su venta y uso y, sin embargo, algunas personas no acatan estas normas”, afirma la orense. “Hay comercios que venden de forma clandestina y hasta nos hemos enterado que compran por Mercado Libre, con el riesgo que significa el transporte”.

Lazos Azules sigue difundiendo la aplicación creada por la entidad para denunciar la venta y uso de estos elementos. La APP se llama Pirotecnia Cero Neuquén y tiene botones para denunciar desde otras ciudades como Cipolletti y Fernández Oro. Además, por segundo año consecutivo impulsan el uso de una aplicación que mide la intensidad de los sonidos. Apelan a los vecinos de la región para transformar sus celulares en sensores. Los datos obtenidos permitirán contar con información concreta para comprobar cuán dañinos son los ruidos.

“Se sabe que a partir de los 90 decibles el sonido hace daño”, aseguró Galván. La pirotecnia de estruendo afecta a las personas con autismo, pero también impacta en las mascotas, los adultos mayores, los bebés y las personas enfermas. Muchos niños y jóvenes se autolesionan. Otros deben alejarse de la zona urbana o encerrarse en una habitación con los oídos tapados. Mariela aseguró que “para muchos, el estruendo es como estar en la guerra, se sienten atacados por bombas”.