La Organización de Desocupados en Lucha se movilizó el martes en Roca. La protesta comenzó en Ciudad Judicial y se trasladó al diario Río Negro. Repudiaron la formulación de cargos por abuso sexual simple contra Miguel Báez. Luego, irrumpieron en el diario para amedrentar a los periodistas que seguían el caso. En La Carretera, el abogado de la víctima repasó la causa que enfrenta Báez. Nicolás Suárez Colman lamentó que la organización presione a la mujer denunciante. Anticipó que podría haber más víctimas que no se animan a enfrentarlo.

“Es fruto de una investigación de un año. Se utiliza el poder para cometer delitos de índole sexual, delitos que transcurren en la más absoluta soledad, donde la víctima es sometida y se usa ese poder para amedrentar después”, resumió Suárez Colman. Antes de la audiencia, la mujer relató amenazas de integrantes de ODEL que intentaron que desista. “Cuando llegamos el poder judicial estaba sitiado por esta agrupación, con 300 personas afuera, colectivos y una movida que hicieron que tuvimos que ingresar con custodia. Había mucha presión sobre la víctima“, comentó.

Suárez Colman remarcó que no se trata de una persecución política sobre Báez, sino que intentan hacer justicia ante un delito sumamente delicado. El abogado consideró que el líder de ODEL podría quedar preso porque ya cuenta con antecedentes y tiene una probation de la Justicia Federal. “Hay que recordar que tiene una multiplicidad de causas penales en trámite. Creo que la situación de Báez se complica cada vez más y más virulenta es la reacción de su organización, que derivó en la destrucción del diario Río Negro”, expresó. Además, estas personas pegaron fotos de la mujer denunciante y sus datos personales en la calle y en el interior de la editorial. “Revictimizaron a una mujer abusada sexualmente, incluso, mujeres de esa organización. Es sumamente grave y alarmante”, enfatizó.

El abogado adelantó que pedirá prisión preventiva para Báez, para proteger a la denunciante. “Es un depredador sexual y creo que pueden aparecer más víctimas, es un comportamiento natural de él. Los hechos transcurrieron de forma permanente y continuada hasta que la mujer se apartó de la organización. Tardó en irse por temor a las represalias y no se equivocó, porque fue amenazada y escrachada en redes sociales“, sostuvo. La denunciante permanece en un domicilio secreto y bajo custodia policial. Suárez Colman aseguró que los dos hijos de Báez lideraron el ingreso violento al diario. “Esto fue orquestado por él y la víctima tiene cada vez más miedo”, sentenció.