El municipio de Cipolletti autorizó el funcionamiento de salas de entretenimiento y la realización de eventos sociales especiales. La condición es que funcionen con el 50 % de la capacidad habilitada y un máximo de 100 personas. La resolución 752 fue publicada en el Boletín Oficial y tendrá vigencia hasta el 30 de abril. Sobre la medida, opinó una de las integrantes de la Asociación de Organizadores de Eventos de Neuquén y Río Negro.

En La Carretera dialogamos con Fanny Ferrere. Afirmó que “la medida es un “ni”. La resolución no nos da más tregua que la anterior. Es más de lo mismo”, expresó. Desde la asociación reclaman la habilitación de las pistas de baile para dinamizar la actividad.

La cipoleña contó que “el cliente lo primero que pregunta cuando quiere hacer un evento, es si puede bailar. Si no se puede bailar prefiere no realizar el evento. Esa es la realidad que estamos viviendo, por eso presentamos un proyecto para que se habiliten las burbujas de baile. Una de las propuestas es delimitar los metros cuadrados en la pista o bien armar burbujas alrededor de las mesas, para que solo bailen entre los familiares convivientes”.

En la región, ciudades como Fernández Oro y Catriel ya habilitaron las pistas de baile. La entrevistada opinó que “debería aplicarse el sentido común, dado que esta región es un corredor integrado”. A más de un año de iniciada la pandemia, los organizadores de eventos siguen sin respuestas. “Siempre termina en el dialogo y en “vamos a estar en contacto”, y eso nunca llega”, recordó Ferrere.

Los organizadores de eventos insisten en solicitar la habilitación de las pistas de baile y la llegada de ayuda financiera para reactivar la actividad. Ferrere sostuvo que “es una industria que se está perdiendo, está pegando los últimos manotazos. La segunda ola no ayuda, la responsabilidad de las personas tampoco. Vivimos el día a día, estamos muy preocupados”.