En el Día del Animal visitamos a los perros de la División de Toxicomanía. Gracias al adiestramiento recibido, desarrollaron sus habilidades para detectar drogas ilegales. Máximo ha sido pieza clave en megaoperativos policiales, indicando con precisión los escondites más ingeniosos. Alfa es una hembra que sigue sus pasos y suma experiencia en la división.

“Estamos con Alfa, una cachorra pastor aleman que fue adquirida mediante la Secretaría de Narcocriminalidad y ha sido de gran ayuda en la lucha contra el narcotráfico. Y Máximo, que ha participado en bastantes operativos exitosos, tanto en Roca como en Cipolletti y Villa Regina”, dijo Fernando Soto, dueño del pastor belga. “La mayor parte del tiempo está conmigo pero sale con otros guías de la unidad. Es mi perro, la idea es esa: formar un mejor vínculo para tener mayor comunicación, que sea sociable y se acostumbre a la sociedad para realizar su trabajo”, comentó.

El binomio desarrolló comandos para aplicar en los procedimientos de búsqueda de estupefacientes. Máximo aprendió a rastrear drogas bajo las órdenes de Fernando. “Adiestrar es ponerle nombres o comando de voces a lo que el perro ya sabe hacer naturalmente. Nosotros usamos su potencial en la lucha contra el narcotráfico. Cuando nacieron, se le hicieron unos tests para determinar qué perro iba a ser capaz de trabajar en la fuerza. Él sólo mostró su potencial”, explicó Fernando. “Me siento muy orgulloso del perro. Fuera del trabajo, es un excelente perro. Dinámico, muy compañero”, afirmó.

Por otro lado, los policías aclararon que los animales no son sometidos a ninguna sustancia para que aprendan la tarea antinarcóticos. “Uno establece el vínculo para que obedezca y tener una convivencia sana. Son perros detectores de marihuana y cocaína. Se los adiestra con juegos,  queremos derribar el mito de que se droga al perro. Se hace una asociación de olores para que el perro entienda que cuando llega a ese olor, tiene su premio”, indicó Fernando. “Es para que esté motivado, que tenga ganas de seguir jugando para salir a trabajar”, agregó.

En la división, Alfa junto a dos perros más de la SENAC, están en proceso de adiestramiento. Máximo ya cuenta con 6 años de vida y muchos operativos en su haber. Seguirá activo en la fuerza mientras su salud se lo permita. “Queremos que esté sano, no forzarlo… que esté siempre predispuesto. Dos o tres años más puede estar prestando servicio”, dijo Fernando. “Siempre tienen actividad física a la mañana, caminata o trote… después juegos, para que estén activos. Descanso por la tarde y estar con la familia, tienen que tener un equilibrio mental que se logra con el ejercicio y el vínculo con las personas”, sentenció.