La decisión de compartir un hogar suele ser compleja. Hoy en día, las parejas apuestan a la convivencia sin ninguna ceremonia. Con los cambios en el Código Civil, estas uniones están contempladas. Existen derechos que resguardan el vínculo. En La Carretera, las abogadas Florencia Otero y Emilia Buscazzo dieron algunos consejos. Explicaron cómo darle un marco legal a esa convivencia. Se puede hacer un acuerdo previo para evitar una separación conflictiva.

“Nuestro Código Civil y Comercial entró en vigencia en 2015 y es una herramienta central que ha generado una amplitud muy importante de reconocimiento de derechos. Incorpora a la resolución de conflictos nada más y nada menos que tratados internacionales de derechos humanos. Partir de ahí para entender este código que es más flexible”, explicó Florencia Otero. Las normas reconocen ahora diferentes realidades e incorpora nuevas miradas para resolver problemas de la vida cotidiana.

Con este cambio, se tiene en cuenta que muchas parejas no formalizan su relación con el matrimonio. “La convivencia se toma como una prueba, siempre en la base de un proyecto en común“, agregó Emilia Buscazzo. Se reconocen estas uniones convivenciales que antes nombrábamos como ‘concubinato’. “Actualmente son ‘convivientes‘. Uno puede inscribir esta unión convivencial en el Registro Civil. Necesitamos un mínimo de convivencia que la ley toma como 2 años. La mayoría lo hace para acceder a la obra social de la pareja”, señaló. Al separarse, está la posibilidad de pedir una compensación económica pero no habilita derechos sucesorios. “No hay derechos hereditarios ante el fallecimiento”, aclaró Buscazzo.

Las abogadas recordaron que existe la oportunidad de registrar un pacto de convivencia. “Es como un contrato entre los integrantes. Diseñar cómo vamos a dividir los bienes en caso de ruptura, cómo va a ser lo relativo a los hijos o hijas. Si no acuerdo esto con mi pareja, ahí si… lo mío es mío y lo tuyo es tuyo”, afirmó Buscazzo. La recomendación es registrar la unión con un pacto de convivencia. “Tiene que ver con la autonomía de la voluntad, decidir cómo quiero vivir la vida en pareja”, sentenció Otero.