Hoy comienza la capacitación impulsada por la Asociación de Fútbol Femenino de Neuquén y Río Negro. Se trata de un curso intensivo de 4 meses, con teoría y práctica. Quienes aprueben la cursada, tendrán un certificado municipal y podrán arbitrar en las ligas neuquinas. En La Carretera, la árbitra Laura Escobar dio detalles  del contenido y la modalidad de aprendizaje. Además, reflexionó sobre el rol en la cancha y el crecimiento de la rama femenina.

“Desde chica hice deporte pero no estaba de moda ni había escuela de fútbol para mujeres. De grande, mis hermanos y mi papá estaban en el mundo del arbitraje y me interesó. Me encantó la idea de incorporar mujeres y me metí de lleno, hace 12 años ya. Éramos dos mujeres en ese torneo, nada más”, recordó Escobar. Sus inicios fueron en el Torneo Don Pedro, en un ambiente familiar. El desarrollo de este tipo de campeonatos amateurs también desencadenó la formación de árbitros. “Muchos chicos y chicas lo ven como una salida laboral, les sirve como entrada económica. Lo usan para estudiar, para sus salidas, sus gastos”, aseguró.

“Me contactó la Asociación porque querían hacer una capacitación de rápida salida laboral y me encantó porque me gusta arbitrar y me gusta enseñar. Comenzamos hoy y son todos los martes las clases, es virtual, y después tiene una parte presencial. Cuando termine en diciembre, vamos a ir a las localidades con una jornada intensiva práctica“, sostuvo Escobar. Hasta el momento hay 97 personas inscriptas y hay tiempo de sumarse durante esta semana. La capacitadora expresó que “en la parte de reglas de juego voy a estar yo dando la clase y también van a participar una psicóloga y un profesor de educación física” para una formación integral.

Escobar señaló que la parte mental es un pilar para la profesión. El árbitro debe poder conservar la calma y evitar que los conflictos escalen. “Nosotros tenemos que mediar, no estar más alterados que los jugadores. Tener la cabeza fría para tomar decisiones en muy poco tiempo, en segundos. Hay que estar preparados, seguros, motivados”, comentó. Además, la árbitra reconoció que ya no sorprende ver a una mujer dirigiendo un partido. Aunque confesó que “en las ligas son comunes los insultos”, Escobar destacó el respeto que recibe de jugadores, dirigentes y compañeros de trabajo.