El sector turístico de Bariloche inició gestiones para reactivar los viajes de estudiantes. El movimiento que generan estos contingentes es muy importante para la economía local. Este rubro continúa inhabilitado, a pesar de que muchas actividades ya funcionan con normalidad. En La Carretera, el presidente de la Asociación de Turismo Estudiantil – Daniel García – resumió los intentos por reactivar los paquetes de egresados. 

“Tuvimos una reunión con el ministro Matías Lammens y él se comprometió a trabajar en los protocolos, que iba a establecer una fecha. En principio se habló del 25 de septiembre. Para nosotros es una noticia muy positiva porque nos resulta inentendible que el sector estudiantil todavía siga prohibido“, resumió García. Las gestiones comenzaron hace unos 15 días con el apoyo del gobierno provincial. El sector confía en que se pueda reactivar la llegada de egresados a la ciudad. “A partir de ahí arrancan las reprogramaciones. Es muy importante la fecha para ver cuántos pasajeros de la 2020 y de la 2021 para traer. Propusimos arrancar con el remanente de la 2020”, agregó. García aclaró que estos chicos ya cerraron su paso por el secundario y todavía tienen voluntad de viajar.

Desde la Asociación informaron que este segmento del turismo genera 4.500 puestos de empleo en Bariloche. Representa el 35% de los ingresos por turismo en la ciudad. “Venimos de 17 meses sin facturación pero todos saben que el turismo estudiantil se vende dos años adelante. En 2020 no pudimos vender y la temporada 2022-2023 no ha iniciado la venta. La comercialización arranca en las puertas de los colegios”, indicó García. “Es un segmento que hace un aporte económico muy importante y necesitamos urgente que el gobierno nacional libere el DNU para comenzar con los viajes. Lo peor, el daño más grave, es el perjuicio a las empresas de este rubro. Es muy difícil para los operadores que venden en el resto del país. Las medidas que se tomaron fueron muy fuertes, nos han condicionado”, expresó.

García comentó que la actividad atravesó meses de mucha incertidumbre. La caída abrupta de las ventas fue de la mano de la cancelación de viajes programados. Las familias no contratan por temor a que no pueda concretarse el servicio. “Yo si soy padre, suspendo el pago. No sólo no se está vendiendo si no que se cortó la cadena de pagos. Nos afectó la crisis económica por no poder facturar y también por no poder salir a vender”, resumió.  Ahora, con los estudiantes en las escuelas, se puede empezar a ofrecer el viaje de egresados. Sin embargo, el sector necesita certezas para seducir a los clientes de todo el país.