El conflicto bélico generado por la invasión de Rusia a Ucrania, modifica sustancialmente la comercialización de alimentos en el mundo. La ola expansiva de esta cruenta realidad llega hasta la producción de peras y manzanas en el Norte de la Patagonia. Como mercado, Rusia es el importador más importante de las peras de la región y lleva un 10% del total de lo que se exporta de manzanas.

La particularidad en el negocio frutícola de la región es que las ventas a Rusia ayudan a financiar el resto de la cosecha porque es lo que primero se envía y por tanto lo que primero que se cobra. La historia demuestra además que Rusia paga más rápido que otros mercados como Europa y EEUU, esto permite pagar costos internos de cosecha y conservar fruta con vistas a su comercialización invernal en el mercado interno.

El ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro informó que a La Carretera que “las acciones se dividieron en dos etapas, las  primeras fueron a través de la diplomacia, puesto que muchos barcos ya estaban en alta mar con destino a Rusia, entonces hubo que generar algunos puentes para poder llegar con la fruta, sobre todo con aquellas navieras que no podían llegar a destino”, destacó Banacloy e informó que “eran unos 700 contenedores que habían quedado a la deriva, una parte minoritaria se pudo desviar a el mercado sudamericano y el resto estarían todavía arribando a destino a través de distintas alternativas que se fueron buscando para paliar la difícil coyuntura”.

Luego de hacer referencia a la merma notable que se produjo esta temporada por fenómenos climáticos como heladas tardías fundamentalmente y algo de granizo, el funcionaria manifestó que “lo que sabemos es que un entre un 20 y 25 por ciento de la fruta fue embarcada y el resto está aún en los frigoríficos y ya tiene el valor agregado incorporado, esto se lo transmitimos al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, los productores y las empresas ya pusieron todo adentro de esas cajas que hay que comercializar, entonces en la espera se genera un agujero financiero que es lo que queremos subsanar a través de un financiamiento corto para que el retorno pueda llegar rápidamente al productor para que no atrasen  los pagos y compromisos que tienen las empresas.

Por último, el titular de la cartera productiva de Río Negro, manifestó que esta realidad marca la necesidad de “analizar nuestros mercados y a ser más expeditivos, tenemos que virar más hacia Asia, lograr acuerdos comerciales que nuestra fruticultura no tiene, en esto es muy importante el trabajo que pueden hacer las agregadurías comerciales para que faciliten el ingreso de nuestras frutas a otros mercados que hoy por protocolos no lo pueden hacer”.