Esther y Flavio se conocieron trabajando en Comodoro Rivadavia y juntos construyeron el sueño de vivir viajando. Decidieron organizar una travesía para conocer el país. Dejaron atrás sus empleos en YPF y se lanzaron a la ruta en una camper. Sus dos gatos completan esta familia rodante. En su paso por Allen visitaron La Carretera. Contaron detalles de su vida en movimiento y agradecieron la solidaridad y el cariño que la gente les ofrece. Su historia se puede ver en redes sociales como “De La Patagonia Al Mundo“.

“Había algo que no nos dejaba ser felices al 100%. Esto de hacer siempre lo mismo, la misma rutina. Y uno viene al mundo y debe conocerlo, conocer las culturas y disfrutar los lugares. Así empezamos a pensar este estilo de vida”, comentó Esther. “Mucha gente nos dice qué locura dejar una petrolera con buenos ingresos, una carrera profesional. Pero hasta nuestros jefes nos incentivaron a cumplir el sueño. No nos equivocamos, en 2019 arrancamos el viaje. No tenemos destino fijo“, agregó Flavio. Ambos destacaron que no hay planes. Cada día definen cómo sigue la travesía.

El principal desafío fue diseñar su forma de sustento, en viaje. “Se puede. No nacimos para artesanías así que decidimos alquilar nuestra casa para lo básico. Y después damos clases por internet, él tiene una consultora online y yo doy clases de francés o de petróleo”, comentó Esther, geóloga oriunda de Madrid. Flavio remarcó que lo más importante es vencer los miedos. “Todos tenemos incertidumbres, temores. Que no sea una traba. Hay que superarlas. Es prueba y error, te vas adaptando”, señaló. “Otra barrera eran nuestros gatos, no queríamos dejarlos. Tiramos esa barrera mental porque ellos se adaptaron súper rápido. Entendieron que su zona de seguridad es el camper”, relataron.

Durante la pandemia, la pareja pasó varios meses en Bolivia. “Hicimos Paraguay Brasil y entrando a Bolivia nos agarró la cuarentena, la pasamos muy bien porque mucha gente nos ayudó. Estuvimos 9 meses en un pueblo rural con bellezas naturales y casi sin casos de Covid”, resumió Esther. “Dimos clases de gimnasia o de funcional en Bolivia, juntamos gente y se re coparon, fue una experiencia genial. En viaje, vas buscando la manera de vivir“, agregó. Por las limitaciones sanitarias, finalmente volvieron a suelo argentino y a recorrer la Patagonia.

En las últimas semanas, se trasladaron al valle desde Caviahue y entraron casi por casualidad a Allen. Se dio la oportunidad de participar de una degustación de vinos y nacieron nuevas amistades que los hicieron quedarse por unos días. “Vimos el pueblo, el río, sus bellezas, las peras… buscamos de qué viven y trabajan, nos enganchamos… Se fueron dando estas cosas que son las que más rescatamos: conocer a las personas, vivir su realidad, que te digan lo lindo y lo feo del lugar nos va enriqueciendo”, sentenció Flavio. Ahora, la pareja estará un tiempo conociendo General Roca y luego, se verá… Se puede seguir su viaje en redes sociales como @delapatagoniaalmundo