Esta semana, los vecinos se encontraron con la salita cerrada por falta de agua. Se decidió suspender la atención al público hasta nuevo aviso, por los problemas edilicios. Sin embargo, el accionar de las familias del barrio y la difusión del caso ayudaron a que aparezcan rápidamente las soluciones. Esta mañana, el móvil de La Carretera regresó al CAPS Progreso y dialogó con el personal.

“Fue una incertidumbre estar estos días sin saber qué iba a pasar. Que nos iban a re-distribuir a todo el personal y primero y principal, sin saber dónde se iba a atender a la comunidad. Tenemos la comunidad de los hornos, es mucha cantidad de gente. Además tenemos una programación de trabajo, tenían turnos programados para control de niño sano y otras actividades”, expresó Susana, enfermera de la salita. “Acá se captan patologías, es atención primaria, la base de la pirámide de salud. Hacemos también tratamientos básicos. Tiene que ver con la cobertura de salud, que llegue a toda la población. Salud equitativa”, agregó Beatriz, obstetra del lugar. Estiman que atienden más de 50 personas al día entre curaciones, control de embarazo y niño sano, vacunación y turno médico.

Los mismos vecinos expresaron la necesidad de que este centro de salud siga abierto. Ayer permaneció cerrado y algunas personas decidieron ver qué problema había y cómo resolverlo. La provisión de agua se pudo garantizar con la ayuda de las familias del sector. “Se ha podido conseguir que se abra, gracias a ustedes que vinieron con el móvil para que todos sepan este problema”, dijo Braulio, vecino del barrio. “Las autoridades se preocuparon, se interesaron. Esto no es de nosotros, es parte de la comunidad y de la salud de toda la gente. Quedaron de venir y esperamos que todo se solucione”, agregó. Braulio estuvo verificando ayer la conexión de agua potable y fue uno de los beneficiarios que trabajó para mejorar las instalaciones.

Esta mañana, el CAPS volvió a funcionar con las prestaciones habituales. Continúan con la campaña de vacunación Covid, con atención médica y de enfermería. También reorganizaaron los turnos previstos para controlar a las familias de Barrio Progreso y alrededores.