Los socios de la Cooperativa 1° de Mayo de General Roca están otra vez en las rutas reclamando por el desalojo del predio que ocupan, luego de haber recuperado, hace más de una década, la empresa en la cual eran trabajadores. Si bien el desalojo no tiene fecha específica, el 9 de mayo la titular del Juzgado Civil N° 1 ordenó que abandonen el aserradero ubicado en la calle Alsina al 2900.

Omar Carrasco, integrante de la Cooperativa, dijo a La Carretera que llevaron la inquietud a la Gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras. Para su sorpresa, luego de 7 días de cortes, un vocero de la mandataria les habría informado que “no sabía del conflicto que teníamos, no sé si es una tomada de pelo o qué. No pueden los funcionarios y legisladores no estar enterados del conflicto. Se firmó una ley de expropiación que la propia Carreras firmó como legisladora, Palmieri (Alejandro) era ministro y ahora dicen que no saben qué estamos reclamando”.

En 2014 la demanda de desalojo presentada por el ex dueño del aserradero Mario L. López tuvo respuesta favorable. Intervino la justicia a través de la Cámara Civil y la sentencia quedó firme en 2020 pero todavía no fue cumplida. Carrasco reconoció que “el desalojo sí o sí va a venir, la solución se buscó hace dos meses atrás, se hablo con el vicegobernador Alejandro Palmieri y se habría llegado a un acuerdo con Hugo Muñoz, un chacarero de Roca, que le iba a dar 7 hectáreas para trasladar la maquinaria y todo lo necesario”.  Los trabajadores diejeron que “aseguraron que se realizaría el traslado de la cooperativa, pero 15 días atrás nos dicen que no harían nada y ahora nos enteramos que la orden de desalojo es inminente. No sólo de las tres hectáreas que estamos reclamando sino que las 6 de la totalidad del predio tienen que ser desalojadas”.

El referente de la Cooperativa que integran alrededor de 40 trabajadores calificó de ilógica la actitud de la Jueza puesto que “en primera instancia había dado un dictamen favorable a la Cooperativa y ahora da un juicio en contra nuestro”. Según informaron los trabajadores, nunca recibieron un subsidio del estado y siempre generaron su propio sueldo y el sustento para sus familias. “Parece mentira pero a nosotros que queremos trabajar nos desalojan, en cambio a otros les pagan por no trabajar”, reflexionó Carrasco.