Bajo esta consigna, el Dr. Damián Bil trata de explicar este fenómeno de la economía que acompaña a nuestro país, casi ininterrumpidamente, durante las últimas décadas. Bil es docente, investigador del CONICET y especialista en historia económica argentina.

El economista reconoce que “el de la inflación es un debate muy amplio en nuestra historia. Por lo general se dan motivos que tienen que ver con elementos políticos como el excesivo gasto público bajo los gobiernos de Perón o por la exagerada avaricia de los grandes formadores de precios, que son argumentos que vuelven a aparecer también ahora, pero en realidad el fenómeno de la inflación tiene que ver con la forma en cómo se desarrolla la economía argentina.”

Bil explicó que “hasta los años ’50 más o menos, Argentina crece con la fuerza de la inmigración que escapaba de las guerras. En esos años nuestro país crece al ritmo del sector agrario, por un fenómeno que se denomina la renta de la tierra. El agro tenía una capacidad que todavía la tiene de traer divisas por la vía de la exportación de sus productos. Esto impulsa a toda la economía, luego se van incorporando otros rubros pero que no pueden ser competitivos y, por el contrario, suelen ser deficitarios”. El docente agregó que “a partir de la mitad del siglo XX la renta se va agotando como forma de compensar la dinámica económica, entonces comienzan las etapas que tienen alternancia con un parate y luego una breve expansión, seguida de una caída de todos los indicadores, nuevamente crisis fenomenal y una vuelta a la expansión pero siempre un escalón más abajo de lo que estábamos”.

El investigador del CONICET aclara que el agro no dejar de ser eficiente. “Por el contrario, sigue siendo muy competitivo para ya no puede responder por toda la comunidad. En los años ’30 éramos 7 millones de habitantes, hoy somos muchos más. Ante esta realidad la estructura económica se va defendiendo de esa dinámica, pidiendo prestado y por la devaluación y la inflación. El fenómeno de la inflación está en el déficit de la estructura productiva de Argentina”.

Damián Bil milita en Vía Socialista, un partido que trabaja para presentarse a elecciones con un programa de transformación general de la Argentina, de contenido socialista y aplicable en forma inmediata. Esta agrupación política apuesta a la participación público-privada para el desarrollo productivo del país. El economista puso como ejemplo la industria del calzado, “en este rubro tenemos un déficit de 400 millones de dólares al año. Lo que ocurre es que la productividad es muy baja porque está desperdigada en muchos talleres desparramados. Nosotros proponemos una empresa mixta, estatal y privada que reúna en un mismo lugar la producción y la compra de insumos lo que permitirá que se pueda producir más barato y ser competitivos internacionalmente”.

Para Bil, el Estado tiene que participar e invertir. “No sirve liberalizar salvajemente ni tampoco imponer un control de precios, estos métodos han fracasado acá y en todo el mundo. Hay muchos rubros que pueden lograr, relativamente rápido, una reorganización que permita combatir este problema, después hay que apuntar a inversiones de alto contenido tecnológico”, sentenció.