La Asociación de Trabajadores del Estado de Río Negro el día previo al reinicio de negociaciones paritarias realizó una medida de fuerza en toda la provincia. El Secretario General de la seccional General Roca, Federico Gabarra, habló con el móvil de La Carretera y aseguró que hubo alto nivel de acatamiento al paro.

Gabarra expresó que “la paritaria de mañana es producto de la insistencia del sindicato y se llega a instancia con un sabor amargo a partir de múltiples acuerdos que fueron firmados con el ejecutivo provincial, en diferentes instancias y organismos, pero que al día de la fecha no han sido cumplidos. A raíz de esto es que hemos decidido dar un mensaje al gobierno provincial para que entiendan que no se limite a firmar, sino que también empiece a cumplir”.

El dirigente consideró que “el gobierno no puede entorpecer las negociaciones por la medida de fuerza. Si lo hace es porque no entiende la situación que están viviendo los estatales a lo largo y ancho de la provincia. Hay una crisis económica nacional que se agrava a partir de la renuncia del Ministro de Economía que, si bien se tendría que haber ido antes, ahora ha generado que cierto sector empresario realice aumentos preventivos. Algo que nos parece una locura y que el Estado debería controlar. Lo cierto es que esto deteriora el poder adquisitivo de los trabajadores”.

Gabarra recordó que desde hace tiempo la postura de su gremio es que en este contexto nacional es imposible generar paritarias a largo plazo. Adelantó que será uno de los temas centrales que se discutirán en esta nueva etapa de negociación. Enfatizó en que “tiene que haber un ámbito permanente de discusión. Las paritarias tienen que ser lo más cortas posibles para poder proteger de esa manera el salario de los trabajadores”.

El referente roquense de ATE anticipó que no llevarán un número a la reunión, puesto que esperan la propuesta del gobierno y a partir de ese dato comenzará el intercambio de propuestas. Por otra parte no dudó en afirmar que que la negociación será larga. “En este país no solamente no hay previsibilidad económica, tampoco hay confianza en los números que se van manejando. Se puede hablar de un índice de inflación oficial pero también podemos hablar de lo que todos los días vemos y comprobamos en las góndolas de los comercios”, sentenció.