En los últimos días se detectó la presencia de Lobesia Botrana en San Patricio del Chañar, más conocida como la Polilla de la Vid. Esto encendió las alarmas de los productores del Alto Valle que vienen de sufrir los golpes de las heladas tardías y temporal de granizo.

En diálogo con La Carretera, Esteban Rial, Coordinador Norpatagónico de Protección Vegetal del SENASA expresó que “la Lobesia es muy similar y cercana a la carpocapsa. Su principal objetivo que ataca es la vid (uva), pero también puede atacar cerezas, ciruelas, arándanos y olivos”.

Rial destacó que “en muchos países no existe esta plaga, en Argentina está presente más que nada en la zona de Cuyo. Hace 10 años que en la Patagonia no habíamos tenido detecciones y ahora después de 12 años apareció”. Así mismo, el Coordinador de SENASA remarcó que “como toda plaga, se transporta con fruta o vehículos. No se traslada sola, es transportada por el hombre, es un efecto humano que hace que esta plaga se propague. En este caso pudo haber una falla en los controles o ser alguna irresponsabilidad de quien va y viene cargando productos o equipos”.

Aunque también detalló que “es imposible controlar el 100%  de lo que se mueve en el país, pongas lo que pongas en las rutas a hay mil formas de evadirlos y que eso pase. Esto es 50 y 50, la responsabilidad de cada uno está en eso, estamos evitando que se propague”. Además, Rial comentó que “por el momento está muy concentrado en un establecimiento de San Patricio Chañar. Hemos colocado un montón de trampas adicionales para ver saber qué es lo que sucede con esta plaga. Se conformó un equipo de trabajo y hemos recibido compañeros de SENASA de Cuyo que ellos tienen mucha experiencia. Estamos trabajando con especialistas en la materia y en conjunto con las bodegas y los técnicos de la provincia de Neuquén y a la vez se conformó un comité de emergencia para estar informados e ir trabajando juntos en la solución de este problema.

Por último, se descartó que esta plaga afecte la salud del ser humano, sino que “el principal daño tiene que ver con el rendimiento de la producción, la larva disminuye la capacidad y en esta zona también afecta el sabor y calidad del vino, le da un sabor ingrato al vino. Pero no afecta al hombre para nada”.