Los padres de la comunidad educativa se movilizaron ayer a tribunales. Son familiares de  los jardines de infantes 32 y 23 de Neuquén capital, donde se investigan a docentes por supuestos casos de abuso sexual. Se movilizaron para reclamar que se encarcelara a los dos profesores sospechosos.

Los damnificados se apostaron sobre la Avenida Leloir y cortaron el tránsito para reclamar ayuda tras la situación que están atravesando con sus hijos. Daiana – una de las mamás – dijo que “vivimos momentos terribles. Los chicos no quieren ir a la escuela porque vuelven temblando. Mi nene se hacía pis encima del miedo y los directivos de la escuela no hicieron nada. Sabían todo lo que estaba pasando y lo ocultaron”.

La investigación judicial continúa con las pericias psicológicas y las cámaras Gesell a los niños. Pero en las últimas horas la peor noticia llegó a los padres: la cámara habría dado positivo en uno de los menores en situación de abuso sexual simple (tocamiento). Con lágrimas en los ojos, Daiana dijo que “estamos destrozados. Los directivos sabían lo que estaba pasando y les pidieron a los padres que no hagan la denuncia. Sabían lo que estaba pasando con este docente y nuestros hijos siguieron yendo con el abusador. Nadie hizo nada y nos dejaron solos”

Un papa de la escuela dijo que “no puede ser lo que les están haciendo a nuestros hijos. Queremos que salga una a favor nuestro”. La mujer comentó que les dijeron que hay que esperar que los psicólogos elaboren un acta de la situación para determinar el futuro de los sospechosos.

Finalmente recordaron que “el profesor está suelto, no sabemos si pueden existir más víctimas. Lo que pedimos es que lo metan preso, que los metan presos a los dos, no pueden estar suelto una persona así”. Las denuncias comenzaron el pasado lunes cuando familias del Jardín 32 irrumpieron en el colegio de sus hijos angustiados al conocer que había denuncias por presunto abuso sexual por parte de un profesor de música de la escuela. Madres y padres ingresaron a la fuerza a la institución que estaba cerrada para reclamar respuestas a los directivos.