Por Raúl Ferragut – 7 de julio de 2023.-

En el recorrido diario de la información, para seleccionar un tema a compartir en el programa “Rutas Argentinas” en la mañana de La Carretera formato radio, me encontré con una nota que me hizo dejar de lado los habituales temas políticos, económicos, ecológicos, sociales y a veces culturales, para meterme con uno que es bastante íntimo pero que como todos, está relacionado con la política, la economía, lo ecológico, lo social y lo cultural.

Todo tiene que ver con todo” dice don Perogrullo, ¿no?

Bien, me estoy refiriendo a un momento clave en la vida de un joven que está terminando el secundario y tiene que tomar la decisión de seguir estudiando o bien comenzar a trabajar para forjar un oficio. Tanto en un caso como en el otro, el concejo de la familia generalmente suele ser: “tené en cuenta cuánto vas a ganar” o bien “qué posibilidades tenés con ese oficio o esa profesión de ganar la suficiente plata como para vivir dignamente”.

Este concejo, indicación, orden o sugerencia, la mayoría de nosotros, los padres, lo damos con la mejor buena intención y deseando lo mejor para nuestros púberes y o adolescentes hijos.

Quien esto escribe, a contramano de todo, como concejo he bajado y sigo bajando que deben elegir lo que más les gusta, que opten por lo que se sientan más capacitados puesto que le tendrán que dedicar gran parte de su vida. Concretamente, que se la jueguen por su vocación, más allá de si ese oficio o esa profesión les dará suficiente guita.

He llegado a esta conclusión con mi propio ejemplo, curtiendo mi propio cuero.

Al final de este espacio les diré por qué. Antes vamos a la noticia que leí y que creo es de utilidad para todos los que están en esa instancia, ya sea como jóvenes que eligen o como padres que quieren acompañar en esa decisión.

Editorial Perfil publicó una nota que lleva como título: Los buscadores de “talento” anticipan el fin de las carreras tradicionales.

En su desarrollo se puede leer…La pregunta sobre cómo van a ser los talentos del futuro nos interpela, y en especial a los jóvenes que se están formando o los que buscan definir su carrera.

Un estudio reciente de Bumeran revela que en la actualidad la mayoría de los especialistas argentinos en Recursos Humanos cree que los talentos del futuro elegirán profesiones no tradicionales o que aún no existen. Entre esas carreras se destacan, entre otros:

-especialista en inteligencia artificial,

-especialistas en tecnología de la información,

-desarrollador/a de software y aplicaciones.

Estamos en un momento histórico: las innovaciones constantes y la velocidad sin precedentes con la que se dan estos cambios están revolucionando el mundo laboral”, explicó Federico Barni, CEO de Jobint y agregó que “el 91% de los especialistas argentinos que participaron del estudio cree que las nuevas generaciones de personas trabajadoras van a ser totalmente diferentes o, al menos, distintas a las de hoy. Ninguno considera que puedan ser similares, indicó.

En el estudio participaron 139 especialistas en HR de la región, de los cuáles 47 eran de Argentina, 22 de Chile, 26 de Ecuador, 24 de Panamá y 20 de Perú.

Durante el relevamiento se buscó explorar cómo serán los trabajadores del futuro, cuáles serán sus principales desafíos y qué buscarán los nuevos “talentos” en sus trabajos.

¿Cuáles serán las profesiones más elegidas en el futuro?

Al momento de ser consultados por las profesiones más elegidas por los talentos del futuro el 19% de los especialistas en Recursos Humanos de Argentina aseguró que van a seleccionar profesiones que aún no existen, otro 19% optó por especialista en inteligencia artificial y otro 19% por desarrollador/a de software y aplicaciones.

Además, los especialistas destacaron también:

-especialista en tecnología de la información y -comunicación (TIC) en un 9%;

-analista de datos en un 7%;

-especialista en marketing digital y comercio electrónico en otro 7%;

-especialista en ciberseguridad en un 4%;

-especialista en energía renovable y sostenibilidad ambiental en otro 4%;

-diseñador/a de realidad virtual y aumentada también en otro 4%.

-especialista en automatización y robótica en un 2%, entre otras.

Sin embargo, ningún especialista argentino en recursos humanos respondió por las profesiones tradicionales

como, por ejemplo:

médico/a, enfermero/a, arquitecto/a, matemático/a, físico/a, psicólogo/a, contador/a, abogado/a, maestro/a, electricista, mecánico/a. Y tampoco por periodista, arquitecto/a, actor/actriz, fotógrafo/a o agente de bolsa.

Hasta aquí el informe. Muy interesante y por favor ténganlo en cuenta. Lo que voy a afirmar a continuación no contradice lo anterior, simplemente quiero, desde mi experiencia, decir lo que pienso, luego de haber vivido la incertidumbre al tener que decidir tanto como hijo adolescente y por supuesto también como padre inseguro.

Lo que les puedo sugerir, porque ni siquiera es un concejo, es que no dejen de lado la vocación, lo que les gusta, lo que cada uno considera que tiene condiciones y habilidades como para desarrollar en una actividad, sea un oficio o una profesión.

A los padres decirles que nunca obliguen, porque serán culpables de los resultados y, aunque resulten auspiciosos, siempre les van a pasar factura.

Desde mi experiencia personal les cuento que por presión familiar, que en su momento no solo cuestioné sino que “putié” con ganas, algo tenía que estudiar o bien ponerme a laburar en algo con el objetivo de formarme en un oficio.

Opté por abogacía, al poco tiempo me di cuenta de que no era para mí, rompí el corset familiar y me puse a hacer un curso de periodismo ya que ni siquiera había Facultad en ese entonces, estudié también Locución porque algún título terciario tenía que tener por la mencionada presión familiar que hoy agradezco puesto que sino no tendría nada.

Los vericuetos de las leyes y el ejercicio de la abogacía quedaron archivados. No me arrepiento y si bien tengo mucho, muchísimo menos dinero que si hubiese sido abogado, el placer que siento todos los días por haber elegido esta profesión no hay guita que lo reemplace. Tuve una experiencia traumática a través de un tremendo accidente que me tocó vivir. La recuperación anímica fue muy difícil. Lo único que me sacaba los “pájaros negros” de mi cabeza era mi trabajo. Ahí comprobé que no me había equivocado.

Entonces, si te gusta algunas de las carreras mencionadas en el artículo anterior, dale para adelante, pero si no es así, elegí lo que te guste, priorizá tu vocación más allá de la plata que puedas ganar. Eso sí, en lo que seas, cualquiera sea tu actividad, esforzate por ser el mejor, con buenas armas, sin pisarle la cabeza a nadie, pero tratá de demostrar que lo tuyo, hagas lo que hagas, tiene atrás el esfuerzo necesario como para que sea reconocido como corresponde.

Les dejo la inquietud.