Un ataque planificado por cuatro personas culminó con una víctima, que sería limpiavidrios en una céntrica esquina de Allen, baleado. El hecho tuvo lugar cerca de las 18:30 en el estacionamiento de un club de paddle. El propietario del club de paddle, Ruben Pieretti, expresó su preocupación por la creciente violencia en la zona argumentando que “estamos viviendo una situación que se pone difícil. A esa hora, que se bajen personas del auto por el motivo que sea… Es intimidante. Había mucha gente. La verdad es que uno piensa y menos mal que no pasó a mayores”.

El ataque fue perpetrado por cuatro individuos que se detuvieron en la calle, descendieron de su vehículo, dispararon contra la víctima, y se fugaron rápidamente. Según Pieretti, la víctima era conocida en la zona porque junto a otros chicos limpiaban vidrios y solían frecuentar su negocio. Explicó que “la verdad es que el baño es para clientes, pero yo los dejaba entrar. Los conozco de la esquina, son limpiavidrios. Son varios los chicos que hacen eso. No sé cuál es el herido específicamente porque son dos o tres los que están siempre”.

El incidente tuvo lugar en un horario en el que numerosas personas transitan por la zona, especialmente estudiantes debido a la proximidad de las escuelas. El propietario del club de paddle aclaró que el temor no es por él ni por su negocio, ya que no parece haber ninguna conexión con el club. Más bien, el ataque pareció dirigirse directamente a la víctima, aunque los motivos aún son desconocidos.

En cuanto al papel de la policía en este caso, Ruben Pieretti se mostró cauto y señaló que se necesita un enfoque más amplio para abordar la creciente violencia en la zona. Dijo que “el accionar policial no tengo nada que decir. Supongo que las cámaras servirían. Pero acá hay que hacer un trabajo social me parece”, comentó el dueño del club. El incidente ha dejado a la comunidad de Allen en estado de conmoción, planteando preguntas sobre la seguridad en pleno centro de la ciudad.

Allen, 3 de noviembre de 2023