En medio de debates y controversias, la implementación de la nueva “tasa vial” en Cipolletti ha desatado una ola de críticas por parte del sector político y ciudadano. Esta tasa, impulsada por el Municipio, busca recaudar fondos para sostener el servicio de transporte colectivo urbano prestado por la empresa Pehuenche.

Desde el ejecutivo municipal se defiende la necesidad de gravar las cargas de combustible de los vecinos, argumentando la eliminación de los subsidios a los transportes de colectivos del interior dispuestos por el gobierno nacional.

La concejal del Pro, Ana María Napoli, expresó su firme oposición a esta medida, declarando: “Estamos en profundo desacuerdo con la creación de la nueva ‘tasa vial’. En realidad, no es una tasa, es un impuesto que tampoco se ajusta a los principios de tributación equitativa y transparencia fiscal.”

Napoli destacó que el aumento en los combustibles asociado a esta tasa castiga a los ciudadanos por partida doble: “Quienes cargan combustible en Cipolletti van a estar pagando dos veces por lo mismo.” Además, advirtió sobre el impacto en los precios de las mercaderías y servicios, señalando que este impuesto inevitablemente conducirá a un aumento generalizado.

La concejal sugirió una alternativa: “Sería mejor que se revisen y controlen los gastos del Estado en lugar de crear un nuevo impuesto disfrazado de tasa municipal.” Según el texto de la ordenanza, la tasa estará en vigor durante 24 meses, aplicando un tributo del 4,5 por ciento sobre el valor neto de cada carga de combustible, incluyendo naftas, gasoil, diésel y GNC, realizada en la ciudad.

Cipolletti, 25 de marzo de 2024