En el segundo día del juicio contra Pablo Parra, único acusado por el femicidio de la joven estudiante de Medicina Agustina Fernández, se revelaron datos claves para la resolución del caso. Por la mañana, los testigos dejaron entrever cuál fue el comportamiento de Parra en relación al caso los días posteriores al ataque. Los testigos incluyeron a Maximiliano Castillo, José Lorenzato (compañero de trabajo de Parra), Rocío Duran (docente de la carrera que estudió Parra) y los periodistas Oscar Bastonero y Omar Fuentes.

A los periodistas se los llamó para que en la sala se reprodujeran algunas notas periodísticas que dio el propio Parra con los medios regionales luego del hecho. Los periodistas mencionaron reconocer las notas con el acusado para que el jurado tenga un panorama de la actitud de Parra en esos días. En la misma línea declaró José Lorenzato, compañero de trabajo de Parra, a quien el acusado le habría querido vender dólares, dinero que Parra había denunciado como robado. Mientras tanto, la docente Rocío Duran comentó cuál es el procedimiento que deben hacer los técnicos en Seguridad e Higiene en el caso de un accidente mortal. Ella es la que enseña los protocolos internacionales a los estudiantes, entre ellos a Parra. Según los protocolos, Parra no hizo lo que debe hacerse que es comunicarse con emergencias, sino que llamó a la policía.

Luego del cuarto intermedio del mediodía se conocieron los detalles más fuertes del día. Un perito exhibió imágenes de las heridas que sufrió Agustina. Ante la adevertencia que las fotografías eran explícitas y “fuertes”. Los padres de Agustina salieron de la sala, el propio acusado tampoco las miró pero luego de ella rompió en llanto con la mirada en el piso. El perito indicó que Agustina fue atacada con violencia extrema y sufrió lesiones en distintas partes del cuerpo.

En la primera jornada de audiencia de este lunes, quedaron claras las estrategias tanto de la Fiscalía como de la querella y la defensa. Desde la Fiscalía se destacó el carácter obsesivo del imputado hacia la víctima, mostrando detalles de una relación que cambió radicalmente cuando Agustina comenzó a rechazar a Parra. Por su parte, la defensa insistió en la teoría de que el ADN encontrado bajo las uñas de Agustina pertenece a un hombre distinto a Parra.

Tanto familiares como los primeros testigos indicaron que Parra no estaba en el radar de la familia; Agustina apenas hablaba de él y lo mencionaba como “El vecino”. Entre los primeros testigos estuvieron la mamá y el papá de la víctima. Mariano Fernández, padre de Agustina, aseguró que Parra se mostró preocupado por el supuesto robo y que apenas mencionó a Agustina. “No nos cerraba nada lo que nos decía que le había sucedido Agustina no se defendio del ataque, sino que se protegio que son dos cosas muy distintas”, sentenció.

También destacó que el trabajo realizado por su equipo de abogados de La Pampa y la fiscalía. Y fue tajante: “la investigación tuvo muchos hilos, que muchos de ellos no llevaron a ningun lado, pero el de Parra no se cortaba nunca”. Finalmente, Fernández afirmó: “Queremos justicia. Tenemos una familia destrozada y una hija pequeña que merece saber la verdad”. El juicio continuaría hasta el sábado si se respeta la lista original de más de cien testigos.

Cipolletti, 7 de mayo de 2024