Río Negro se perfila como la principal candidata para albergar el megaproyecto de una planta de licuefacción para exportar gas natural licuado (GNL). Con un fuerte respaldo de las autoridades provinciales y la intención de YPF de atraer más inversiones además de su socio Petronas, la ubicación de la planta sigue siendo un tema de debate entre Río Negro, bajo la administración de Alberto Weretilneck, y Buenos Aires, dirigida por Axel Kicillof.

En una entrevista en La Carretera con Federico Lutz, ministro de Gobierno de Río Negro, se abordaron los detalles y las implicancias de este ambicioso proyecto. Lutz destacó la fuerte vocación de la provincia para desarrollar la infraestructura necesaria para la exportación de GNL, aprovechando la producción de gas de Vaca Muerta. “Tenemos la capacidad en cuanto a seguridad, trazabilidad y operación suficientes”, afirmó Lutz, subrayando las ventajas de elegir Río Negro como sede de la planta.

La provincia de Río Negro puso en marcha importantes inversiones en infraestructura energética, incluyendo el desarrollo del oleoducto para exportar combustibles fósiles a través del Golfo San Matías. Lutz explicó que se está planificando una red gasífera para la exportación de GNL y la instalación de una boya flotante que facilite la salida del gas al exterior. Este proyecto convertiría al gas de Vaca Muerta en un commodity de alta demanda internacional, generando inversiones y poniendo en valor las riquezas energéticas de la Patagonia.

Aunque la competencia con Bahía Blanca es fuerte, Lutz mantiene que las ventajas de Río Negro son significativas. “Hemos solicitado que estas definiciones deberían favorecer a la provincia de Río Negro por razones de extensión de las fronteras industriales y la inversión en seguridad de las operaciones de la planta”, añadió. La decisión final dependerá de estudios técnicos y ambientales realizados tanto por YPF como por su socio malayo.

La implementación de este proyecto traerá consigo numerosas oportunidades económicas y sociales. La generación de empleo y la capacitación de la mano de obra local son algunos de los beneficios que se esperan. “Hoy es una mano de obra que no existe en la provincia y que está pronta a su desarrollo con el enclavamiento del oleoducto”, comentó Lutz. Además, la creación de la planta de GNL fomentará el desarrollo de pequeñas empresas locales y la oferta laboral en la región.

Río Negro también está en el centro de atención por otro proyecto energético: el hidrógeno verde. Aunque hubo algunos obstáculos, como la elección de Brasil por parte de la compañía interesada debido a mejores condiciones macroeconómicas, el interés en desarrollar proyectos de hidrógeno en la provincia sigue vigente. La Secretaría de Energía de Río Negro está trabajando activamente para avanzar en estos proyectos y asegurar inversiones futuras.

A pesar de la competencia con Bahía Blanca, Lutz destacó la actitud prudente y respetuosa del gobierno de Río Negro. “Nosotros pretendemos poner sobre la mesa las virtudes y las conveniencias de que sea Punta Colorada y el Golfo de San Matías el punto de exportación del GNL”, indicó, reafirmando la legitimidad y potencial de la provincia para albergar este megaproyecto. El desarrollo de la planta de GNL no solo beneficiará a Río Negro, sino que también tendrá un impacto significativo en la economía nacional.

Río Negro, 6 de junio de 2024