El abogado roquense Nicolás Suárez Colman celebró el fallo contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Opinó que la evidencia era irrefutable y que esta condena es un primer paso en la reconstrucción de la confianza en la Justicia. En La Carretera, Suárez Colman expresó su mirada sobre el proceso judicial que enfrentó la líder del kirchnerismo.
“Es un hecho histórico porque se va poniendo fin a una situación de incertidumbre respecto de qué fue lo que pasó con la obra pública en el kirchnerismo. Es un buen comienzo para comenzar a sanar un país que descree de la justicia”, expresó. “Ante la voluminosa presión que ejerció el kirchnerismo sobre el poder judicial, tratando de doblegarlo y de que las causas por corrupción no avanzaran, se llegó a una condena. Basada en una voluminosidad de pruebas jamás vista, hay toneladas de pruebas. Es un principio para hacerle saber a cualquier político que el que mete la mano en la lata del estado tiene que ser condenado. Así sea el ser más amado de la tierra”, remarcó.
Suárez Colman señaló que hay que terminar con las excusas y avanzar contra quienes administran mal los recursos del estado. “Se tiene que acaban el ‘roban pero hacen‘ porque le hacen muy mal al país. Tiene que pasar esto con cualquier partido, de cualquier ideología. Esto es muy sano”, sostuvo. El abogado indicó además que “el kirchnerismo utiliza la victimización de forma permanente. Lo hizo con Milagro Sala cuando la condenaron, lo mismo cuando condenaron a Jaime y a Boudou. No es un acto de discriminación. Que seas de un discurso nacional y popular no te hace impune“.
El abogado enfatizó que “acá no se persigue a nadie. El que roba tiene que devolver lo que le robó a la sociedad porque esa es la plata que falta en las escuelas, en obras de gas y agua, en asfalto, en hospitales y universidades. ¿Adónde va el dinero que se roban del estado? Si robaron e hicieron, imagínense si no hubieran robado la cantidad de cosas que hubiesen hecho”. Suarez Colman desestimó los argumentos del Frente de Todos y expresó que “no hay odio ni discriminación. La sociedad no se banca más la corrupción“.