El conflicto que generó la exportación de maíz finalmente fue superado y, luego de varias reuniones entre los funcionarios de gobierno y los dirigentes agrupados en el Consejo Agroindustrial Argentino (C.A.A.), se arribó a un acuerdo a través del cual se liberó la exportación y se monitorearán precios para que la presión internacional no incida en los valores locales.
El sentido común hizo que funcionarios y dirigentes pactaran un acuerdo que destrabó el conflicto. Lo que tanto el gobierno como la dirigencia agropecuaria se preguntan, es si en otros rubros como por ejemplo en el de la carne, se podría avanzar en este tipo de negociaciones.
A través de un estudio realizado por el IERAL de la Fundación Mediterránea, se conoció que en 2020 el precio de la carne subió el doble que la inflación. (74% la carne- 36% el IPC). Esta situación generó que los asalariados perdieran un 9,7% de capacidad de compra con respecto a la carne bovina.
La Carretera consultó a Pablo Karnatz, prosecretario de CRA a nivel nacional, si un acuerdo como el logrado con las exportaciones de maíz, era posible con la carne vacuna.
El dirigente, si bien resaltó la predisposición de la entidad para dialogar con el gobierno, consideró como muy poco probable avanzar en coincidencias en este tema puesto que, pese al precio de la carne en nuestro país, la industria se maneja en el límite de la rentabilidad. Destacó además la incidencia que tiene el costo de los insumos puesto que están dolarizados y la falta de políticas claras por parte del poder ejecutivo.
Consultado Karnatz sobre la política que aplica el Uruguay con singular éxito, a través de la cual se exportan las pulpas a muy buen precio, pero los cortes con hueso como el asado, tienen valores que la población puede consumir, la respuesta del dirigente de CRA fue que Uruguay no tiene inflación y desde hace décadas mantiene una política sectorial que supera a los gobiernos de turno.
“Si la macro se ordena, el C.A.A. puede ser una herramienta que nos permita avanzar en ese sentido”.