Con la llegada de las bajas temperaturas, es necesario comenzar a planificar el encendido de los calefactores. Todos los años, se recomienda limpiarlos y controlar su funcionamiento, para evitar daños en nuestra salud. En La Carretera dialogamos con Carlos Millán, gasista matriculado con 47 años de experiencia en el rubro.
Millán aseguró que “ésta es la temporada en la que más trabajamos. Es muy importante vigilar el tema de la combustión de los calefactores. El monóxido de carbono es un asesino invisible. Por eso se recomienda limpiar los artefactos, principalmente los que están cerca de los dormitorios, dado que son más riesgosos porque es el lugar donde la persona descansa”.
El gasista recomendó observar el color de la llama. “Tiene que ser de color celeste. La llama es lo más importante del calefactor. Si llega a ser amarilla, eso significa que algo anda mal”, sintetizó. “Por lo general se hace una limpieza, pero a veces es necesario cambiar la termocupla o la unidad magnética”, continuó. Sostuvo que “una buena limpieza se realiza con un soplete para eliminar todo el polvillo que se suele depositar en el aparato y que luego obstruye su funcionamiento”.
Millán aconsejó contar siempre con el asesoramiento técnico de un especialista. Recordó que “Camuzzi recomienda que intervenga un gasista matriculado. Los sistemas de calefacción han mejorado para que la gente no corra riesgos. Es importante estar atentos a dolores de cabeza o descomposturas.”
Con respecto a los valores que se manejan en el mercado indicó que una limpieza de calefactores está entre $1000 y $1500.