La pasión por el fútbol y por River Plate van de la mano en esta historia que tiene como protagonista a una adolescente de Cipolletti. En la Carretera, conocimos la aventura de Martina Krotter. La joven arquera de 16 años recién cumplidos, se mudó a Buenos Aires junto a su familia para cumplir un sueño: ser parte del club millonario.
Martina aseguró que “la vida me cambió un montón. Mi familia es futbolera, creo que ahí nació mi pasión. Empecé en San Lorenzo del Mapu, una escuela de fútbol de chicas. De ahí, me fui a San Isidro y jugué con varones, que es lo que más me gusta. Entrené como arquera con el profe “Chila”(José Fabian Ansaloni). Todo lo que sé, es gracias a él. Cuando no pude jugar mas con los chicos, Karina Álvarez creó Pillmatun femenino, que es donde crecí. A Karina también le tengo que agradecer”.
La joven arquera recordó que “cuando yo jugaba en San Isidro era la única mujer en la liga, era muy chiquita. Karina dio un gran impulso al fútbol femenino, pero falta un montón. En Río Negro hay que darle más bola, porque hay un montón de chicas que vale la pena ver”. En referencia a lo que hace falta en la región para que los equipos femeninos tomen impulso, aseguró que deberían programarse más partidos amistosos y que debería ser obligatorio incluir a equipos conformados por mujeres.
Siguiendo con su historia personal, Martina contó que “soy fanática de River Plate. Un día, estaba en una pretemporada con mi profe de arqueros, entrenando y me dice que a la tarde teníamos una prueba con el club. Yo no entendía nada, fui con mi mamá y estaban las chicas de primera. Hablé con el técnico, entrené con las chicas, no con la reserva. Fue a principios de 2020, antes de la pandemia. El técnico le dijo a mi mamá que quería que fuera a River. A mí la pandemia me sirvió un montón para pensar qué hacer”. La familia Krotter decidió mudarse a Buenos Aires. Alquilaron una casa para los cinco integrantes y sus tres perros y comenzaron una nueva vida.
Martina está viviendo una experiencia única. Hoy, si bien muchas de las actividades son virtuales, por las restricciones sanitarias, sabe que pronto volverá a los entrenamientos. Anhela volver a la rutina de levantarse antes de las 6 de la mañana, tomar el tren que la lleva hacia el club y entrenar toda la mañana con las chicas de reserva. Por la tarde continúa cursando el 4° año del secundario en el colegio de River y entrena en la escuela de arqueros. La joven piensa en estudiar educación física y asegura que “quiero ser la mejor versión de mí misma, quiero mejorar, quiero ir paso a paso”.