El principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional anunciado por el presidente Alberto Fernández generó distintas repercusiones en sectores de la política y la economía.
Tras la firma de la Carta de Intención y el Memorándum de Entendimiento (previo paso y aprobación por el Congreso), el FMI empezaría a prestar dinero nuevo para cancelar los vencimientos de capital e intereses de cada trimestre, tal cual están programados en el anterior programa. Para este 2022, la Argentina debería hacer frente a 19.000 millones de dólares.
El economista neuquino Fernando Schpoliansky afirmó en La Carretera que “de no cerrarse este acuerdo hubiese sido muy dañino para la Argentina, el país hubiese quedado frente al mundo en una situación política muy compleja. El acuerdo es bastante particular porque el Fondo nos va a prestar dinero fresco para pagarle a ellos mismos, no obstante, para cumplirlo es indefectible un ajuste fiscal”.
En este sentido el Secretario de Finanzas de la Municipalidad de Neuquén dijo que “seguramente será una disminución de los subsidios energéticos, con lo cual habrá aumentos de tarifas. Podría darse una disminución de la emisión monetaria y el circulante sería menor y por ende el poder de compra de los argentinos se vería disminuido”, entre otras medidas que podría tomar el gobierno para cumplir con las exigencias del FMI.
Aún sin detalles de la letra chica del acuerdo, Schpoliansky consideró que “siempre tener un acuerdo es mejor que no tenerlo. De no haber llegado a este punto, para la Argentina la situación sería mucho más compleja de lo que es en la actualidad porque nos hubiese alejado del mundo de las finanzas internacionales y nos hubiese impedido acceder a otros créditos que el país tiene con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial u otras asistencias que recibe de organismos multilaterales”.
Sobre la incidencia del nuevo marco en la reserva de gas de Vaca Muerta afirmó que “hay un potencial enorme de saldos exportables. Vaca Muerta puede sostener el mercado interno energético pero además generar saldos de exportación genuinas y de esa manera ingresar dólares frescos a la Argentina. Potenciar las exportaciones es uno de los caminos, pero el gobierno tiene que definir un plan económico integral que marque un sendero previsible y sostenible en el tiempo”, concluyó Schpoliansky.