Después de un trabajo impecable que realizó desde la primera etapa, Nasser Al-Attihay se quedó con la 44 edición el Dakar y consiguió su cuarto título en la categoría de autos, dominando casi a voluntad a sus principales rivales y en una prueba en la que Orlando Terranova consiguió el mejor resultado de un piloto argentino en esta división, después de quedar a un paso del podio en la general.
Al-Attiyah empezó a edificar su victoria en la primera de las doce etapas que tuvo la prueba, cuando muchos de sus rivales perdieron valiosos minutos al equivocar el recorrido y el piloto de Toyota, con un notable trabajo de su navegante Mathieu Baumel, muy efectivo con la hoja de ruta. Después, jugó con la diferencia y eligió los parciales en los que podía ir por todo para conseguir su cuarto título en el Dakar.
Segundo terminó Sebastien Loeb, quien pagó muy caro el tiempo que perdió en la tercera etapa. El múltiple campeón del WRC dejó todo, achicó la brecha con Al-Attiyah, pero no pudo complicar a la figura de Toyota Gazoo Racing. En el tercer lugar finalizó Yazeed Al Rajhi, otro de los que no tuvo la regularidad que se necesitaba para poder enfrentar al que en definitiva se consagró otra vez como campeón.
Terranova terminó cuarto en la general, el mejor resultado en la historia del Dakar para un piloto argentino; Sebastián Halpern, en buen trabajo, se ubicó octavo; Lucio Álvarez finalizó decimoctavo, aventajando a Juan C. Yacopini.
En motos, donde se consagró campeón Sam Sunderland, el mejor argentino fue Luciano Benavides en el lugar 13, y en quads, ganó Alexandre Giroud, fue segundo Francisco Moreno y quinto Carlos Verza.