El miércoles sesionó el Concejo Deliberante de Cipolletti y se acordó por unanimidad la continuidad del proyecto de macro manzanas sustentables. La fase II implica que los locales gastronómicos ejecuten un cerramiento en el espacio cedido sobre la calle. En la Dirección de Comercio serán asesorados para cumplir con las reglas impuestas por la comuna. En La Carretera, la concejal Flavia Boschi opinó sobre la aplicación de este iniciativa.
“El sistema fue una propuesta del Ejecutivo y tuvo buena aceptación entre los gastronómicos. Esta fase II es la extensión hasta 2023, que es lo que dura la gestión actual. Consiste en ayudar al gastronómico con pilones y vallas de plástico reciclado para que se pueda extender la capacidad, es decir, el aforo en pandemia. El año pasado la municipalidad se hizo cargo y se vistió la ciudad de macro manzanas”, explicó la representante de Juntos por el Cambio. Ahora, los comerciantes deberán realizar adaptaciones frente a sus locales para garantizar seguridad vial, ordenamiento urbano, impacto pasivo ambiental y protocolos Covid-19. Esta segunda inversión correrá por cuenta del propietario del lugar.
“En el verano funcionó bastante bien. La segunda fase es armar estructuras sobre el vallado, para recubrirlos para que los clientes puedan usar esos espacios en invierno. Hay clientes que no quieren estar adentro, por miedo, y tienen la opción de estar en la vereda pero el clima de nuestra zona es de mucho frío. Se armó un manual de normas con materiales para continuar con una estética y se respete la unidad en la ciudad”, sostuvo Boschi. Existen doce modelos disponibles que se pueden elegir en la Dirección de Comercio. “Hay normas de seguridad, de electricidad, para evitar inconvenientes”, agregó.
Como edil y como dueña de un local gastronómico, Boschi reconoció que al principio desconfió de la iniciativa. “Estaba escéptica de si iba a funcionar o no porque iba a ocupar una parte de la calle. Y la gente no se acostumbra a sentarse en la calle como en otras ciudades, pero fue una sorpresa para bien. Fue interesante”, sostuvo. “Ahora, en la segunda fase los costos van a ir por cuenta del comerciante y son elevados. Las cifras tentativas que nos pasaron son de 1.500 dólares por módulo y cada módulo son 4 vallas. Y hay locales que tienen vallado de 8 o 12. Lo están evaluando”, argumentó.
