General Roca fue epicentro de una jornada informativa sobre violencia obstétrica. La charla fue pensada por organizaciones sociales como el Movimiento Evita y estuvo a cargo de la Asociación Obstétrica de Río Negro. En La Carretera dialogamos con la presidente de la entidad, Beatriz Fernández.
La profesional aseguró que el encuentro se gestó a partir de la preocupación de las organizaciones sociales ante casos de violencia obstétrica ocurridos en Roca y en ciudades vecinas. Para Fernández se trata de “una violencia silenciosa que forma parte de lo cotidiano. No está visibilizada como debería. No está garantizada desde el punto de vista de las mujeres y de los niños por nacer”. Estos temas también fueron motivo de un encuentro en Allen hace unos 20 días.
La titular de la Asociación Obstétrica de Río Negro remarcó “la importancia de la información. Ese es el primer derecho de cualquier paciente, donde está incluida la gestante. Se le debe brindar información sobre como es el proceso de parto y los derechos que tiene al momento de ser atendida ella y su recién nacido. Luego, el derecho de todo paciente de ser tratado dignamente, y sobre todo, de brindar el consentimiento sobre los procedimientos que se le realizarán”.
Fernández lamentó que “hay muchos mitos sobre el parto, el dolor y los riesgos que corren las mujeres. Esto hace que el parto se transforme en una experiencia negativa. Las mujeres llegan con una carga emocional muy fuerte. Al momento de la hospitalización, no debe ser tratada como una enferma. El parto no es un proceso patológico, no se debe medicar, no requiere de la colocación de útero constrictores o de procedimientos que van en contra de la ley 25929”.
En cuanto a los derechos que asisten a las mujeres gestantes mencionó que “hay normas de salud para los centros públicos y privados que hablan de la protección de derechos, de la posibilidad de ser acompañadas y del derecho a preservar el contacto piel a piel apenas nace el niño”. También aclaró que no deben realizarse procedimientos invasivos como la episiotomía, la aplicación de oxitocina o maniobras para expulsar al recién nacido. Resaltó que “hace 20 años esto formaba parte de la normalidad. Hay que tener reglas claras para que la violencia obstétrica no siga existiendo”.