Los cambios climáticos afectan no sólo a la población en general, sino, particularmente, a la producción frutícola. Tal es el caso de la producción de cerezas, con mucho desarrollo en el Alto Valle y Valle Medio de Río Negro. Según los especialistas, desde hace algunos años, se viene retrasando la fecha de inicio de cosecha de ese fruto, como consecuencia de los cambios en el clima.
Este año estiman que el inicio de la cosecha va a registrar un retraso de siete a diez días en relación a los años anteriores. Así lo afirmó el Ingeniero Agrónomo Juan Carlos Pujó en diálogo con La Carretera. “Con respecto a cereza estamos atrasados con respecto a la cosecha 2022 estamos en 7 días, y con respecto a 2021, en diez días más tarde. Si bien las horas de frío se cumplieron perfectamente en invierno, esto es producto de que hemos tenido una primavera más fría por el efecto de “El Niño”, no de heladas extremas, pero sí de temperaturas más frías a esta altura del año. Eso hace que estemos más atrasados”.
En cuanto al alerta que emitió el Servicio Meteorológico Nacional por vientos fuertes para los próximos días en la región (las ráfagas podrían alcanzar los 120 km/h), Pujó explicó que “cuando hay vientos fuertes, como los que vamos a tener hasta el día lunes, la planta cierra sus estomas, deja de funcionar y el crecimiento, para todas las especies, va a ser menor. No digo nulo, pero sí menor”.
Finalmente advirtió sobre los riesgos que pueden traer las ráfagas de viento tan fuertes. Explicó que “en el caso de cereza hay algo de caída, pero la especie que más afecta el viento es la ciruela. Porque es menos resistente al viento. Es la especie que más fruta tira. A nivel de manzana y pera, caída no hay porque el fruto está muy pequeñito”.
A modo de conclusión, el ingeniero agrónomo explicó que “contra el viento no se puede hacer nada. Porque contra lluvias, granizo y heladas, uno puede tomar medidas, como mallas anti-granizo, o ceras para la lluvia. Pero para el viento no se puede hacer nada”.