En este 14 de Febrero, las redes sociales se inundan con mensajes románticos. Se celebra en todo el mundo el Día del Amor y la Amistad. La fecha también sirve para concientizar sobre los vínculos amorosos. Desde la Comisaría de la Familia de Roca alertan sobre hábitos de control y acoso. En La Carretera, la psicóloga social Yanin López explicó cómo detectar relaciones tóxicas.
“No hablamos de vínculos desde el punto de vista de salud y enfermedad, porque si decimos que el vínculo es enfermo muchas veces se tiende a justificar las situaciones que se dan. Hablamos de la construcción de vínculos equitativos y de respeto“, aclaró López. “Hay indicadores que son alertas. Los primeros indicios son los celos, el control. Eso nos tiene que llamar la atención. Cuestionar dónde vas a ir, con quién vas a estar, el Me Gusta en la foto de un amigo o amiga”, explicó. López expresó que entre los adolescentes, se interpreta que los celos son parte del amor. Las campañas de concientización apuntan a visibilizar actitudes de control sobre la pareja. Por ejemplo, algunas personas suelen pedir que se les envíe ubicación o fotografías para monitorear lo que sudece cuando no están juntos.
La psicóloga alertó sobre el rol de los adultos ante este tipo de situaciones. Señaló que muchas veces los padres justifican o fomentan hábitos que pueden ser peligrosos. “La persona empieza a achicar sus relaciones con la familia y amigos, no tiene relaciones con nadie. Es muy común decir ‘me llama cada 10 minutos porque me está cuidando‘, que en realidad es control. Tenemos que estar atentos, muchas veces terminamos naturalizándolo: ‘Mirá como se quieren, están todo el día juntos’… Y esto se corrije pudiendo reconocer esto y poniendo límites”, sostuvo. “Si mi hijo o mi hija deja lo que tanto le gustaba hacer por su pareja, nos tenemos que hacer preguntas. Tenemos que verlo, no mirar para el costado”, agregó.
La Comisaría de la Familia realiza capacitaciones en los colegios secundarios para fomentar noviazgos sin violencias. “Hay otros indicadores como la descalificación, la humillación o la indiferencia. Ahí se agrava, porque me empiezo a creer todo lo que la otra persona piensa de mí. Si me dice que no sirvo para nada, que soy fea, que todo me sale mal… se daña la autoestima y es lo más difícil de poder recuperar”, detalló López. En estos casos, se suelen hacer cambios para ajustarse a lo que el otro quiere. “Pierde su identidad para complacer a la persona”, sentenció.
