El proyecto tiene como objetivo atenuar los índices de delitos contra las personas y contra la propiedad, modalidades delictivas que se han incrementado de manera significativa en el último tiempo en toda la Provincia de Neuquén.
El impulsor de la iniciativa, Carlos Coggiola, afirmó que “de hecho estamos en emergencia” y acusó al Gobierno de “actuar por espasmos, por reacción y sin planificación en materia de seguridad. El mejor ejemplo es lo que sucedió en San Martín de los Andes donde las fuerzas vivas se levantaron por el aumento exponencial de casos de inseguridad. La respuesta del gobierno es la de repatriar efectivos de esa localidad que trabajan en otro lugar y ampliar la cantidad de cámaras de seguridad. Esto pasa en todo el territorio, es ir detrás de los acontecimientos porque no hay plan de prevención”.
“Hay que hacer una reestructuración presupuestaria para invertir en la seguridad que hoy es una prioridad. Es un secreto a voces que los policías deben comprar sus propias balas, su indumentaria, porque las que proporciona la fuerza son insuficientes, entonces no se pueden pedir milagros”, dijo Coggiola.
El proyecto dispone medidas que permiten desde la ampliación del número de cargos de la planta de personal permanente de la Policía Provincial, hasta la adquisición de móviles, equipamiento para la Policía Científica, sistema de monitoreo e instrumental para la detección de drogas o sustancias peligrosas.
La iniciativa, que ya tomó estado parlamentario para su discusión, establece un plan integral coordinado entre el estado provincial y los municipios en materia de prevención y seguridad local que dé cobertura a las poblaciones en riesgo con inclusión educativa. Entre los fundamentos se indica que la tasa de delito a nivel provincial establece que 51 personas cada mil habitantes padecieron algún tipo de delito en el último tiempo. Al respecto, sostiene que este indicador se incrementa en las ciudades más pobladas de la zona Confluencia, Añelo y San Martín de los Andes.