En las últimas horas las provincias de Río Negro y Neuquén decidieron declarar la emergencia hídrica. Es en virtud de la faltante de agua y de las escasas nevadas de la temporada que hizo descender la cuenca en niveles insospechados.
El gobernador de Neuquen Omar Gutiérrez firmó ayer el decreto que declara la emergencia hídrica y productiva en la
provincia por 180 días. La medida incluye la calificación de desastre agrario por la sequía. Al mismo tiempo, saldrá en búsqueda de 800 millones de pesos para hacer obras que garanticen la provisión de agua potable y para riego en los próximos meses.
Por su parte en Río Negro, el gobierno y el sector productivo avanzan en distintas acciones para encontrar soluciones al sector. A siete días del inicio de la temporada de riego el panorama en el dique Ingeniero Ballester es desolador. Las compuertas presentan un muy escaso nivel de agua, tanto es así que se puede caminar en el inicio del canal principal de riego con total normalidad. Cualquiera que haya visto la opulencia del dique de contención en años anteriores no podría salir del asombro ante la imagen que deja ver la actualidad.
Desde el lado norte donde se alimenta el canal principal de riego que es compensado en El 15, el nivel no llega ni siquiera a la base de las compuertas. En el lado Sur donde el dique acumula el agua para poder alimentar el canal las compuertas están cerradas, sin erogar absolutamente nada. Aquí es donde se muestra el panorama más desolador
ya que en años anteriores el nivel se iba lanzando lentamente para hacer una apertura simbólica a mitad de agosto.
Este año la situación es totalmente distinta. El lago de contención está con muy poco caudal y las compuertas apenas están cubiertas en su base. Lo que hace presumir que con ese caudal no alcanzaría a llenarse las compuertas
secundarias ni alimentar con gran caudal el canal principal de riego. El agua acumulada en la cuenca del río Neuquen es mucho menos y los especialistas estiman que hay por lo menos tres metros menos de agua que el año anterior.
La imagen del dique es desoladora al igual que el panorama que se presenta para las próximos años de persistir estas condiciones y se acentúan los cambios climáticos.
