Víctor Fernández Cartes, emprendedor y creador del proyecto “Acuaponía San Antonio Este”, fue seleccionado como semifinalista en el concurso del Banco Patagonia. Este emprendimiento, innovador y sustentable, combina la producción de peces y vegetales en un mismo sistema, aprovechando al máximo los recursos naturales. Fernández Cartes en diálogo con AM 740 La Carretera explicó en detalle en qué consiste su proyecto y cómo puede transformar el futuro de la agricultura en zonas áridas.
La acuaponía es una técnica que fusiona dos métodos: la acuicultura, que consiste en la cría de peces, y la hidroponía, el cultivo de plantas sin tierra. Este sistema permite que los desechos generados por los peces se transformen en nutrientes para las plantas mediante un ciclo de recirculación de agua. “Un genio hace varios años atrás descubrió que el agua cargada de nutrientes de los cultivos de peces podía ser utilizada para alimentar plantas en un sistema hidropónico”, explicó Víctor Fernández Cartes.
El funcionamiento es simple pero eficiente. “El agua circula por un circuito que va desde el tanque de peces hacia las plantas. Esa agua, cargada de nutrientes, permite el crecimiento de vegetales”, detalló el emprendedor. Fernández Cartes señaló que en este tipo de sistemas se pueden cultivar diferentes hortalizas como pepinos, tomates y lechugas, además de plantas frutales, dependiendo de la adaptación del sistema.
Uno de los puntos más destacables de la acuaponía es que es un sistema orgánico y prácticamente autosustentable. No se pueden utilizar agroquímicos porque afectaría la salud de los peces, lo que garantiza que tanto los vegetales como los peces producidos sean de alta calidad y libres de contaminantes.
Este tipo de iniciativas no solo son sostenibles desde el punto de vista ecológico, sino también económicamente viables. Según Fernández Cartes, un estudio realizado por expertos en México indica que con una inversión inicial de unos 20.000 dólares, es posible recuperar la inversión en poco más de un año. “Es un sistema sinérgico, donde con la misma inversión y prácticamente el mismo gasto energético, obtenés dos productos de altísima calidad”, resaltó el emprendedor. En su caso, está en proceso de experimentar con carpas, una especie de pez resistente que se adapta bien a las temperaturas extremas de San Antonio Este, donde en verano se alcanzan más de 40 grados.
Fernández Cartes destacó que, además de la producción de peces y vegetales para consumo, el sistema también permite la cría de peces ornamentales, que no son para comer, pero tienen un alto valor comercial. Esto ofrece una versatilidad única, adaptándose a las necesidades de cada región y al mercado local. “Podés hacerlo en el patio de tu casa, en una terraza, o incluso en un balcón. No necesitas mucho espacio, y el sistema puede escalarse según las necesidades”, comentó.
La sustentabilidad es uno de los pilares de este tipo de proyectos. Fernández Cartes explicó que el agua en sus sistemas se reutiliza casi en su totalidad, con una incorporación semanal de apenas un 5%, lo que lo convierte en una opción ideal para zonas con escasez de agua. Además, el compostaje de los residuos sólidos que genera el sistema permite recuperar nutrientes como el fósforo, cerrando el ciclo de producción de manera eficiente y con un bajo impacto ambiental.
San Antonio Oeste, 13 de septiembre de 2024