Río Negro, 30 de mayo de 2023
Ana López Serna nació en España y vive en Roca hace varios años. Es mamá de dos hijos y docente de Nivel Inicial, donde dio clases hasta el año pasado. El instinto de superación la llevó a concretar un viejo anhelo que tenía desde su infancia: convertirse en arquitecta.
Si bien reconoce que no fue fácil complementar la maternidad, su trabajo como docente y la carrera, no dudó en hacer el esfuerzo. “Quería hacerlo, pero tenía alguna dificultad para viajar a Cipolletti. Cuando se abrió la carrera acá en Roca dije: ´bueno, por qué no?´.
La Universidad Nacional de Río Negro fue la casa de estudio que le permitió concretar su deseo, convirtiéndose en la primera graduada de la carrera de Arquitectura de esa universidad. Aprobó con 10 su trabajo final de grado denominado “Nuevos espacios, para un cambio de paradigma educativo”.
Consultada por este trabajo, admitió que: “venía de ser docente y me parecía un tema muy importante ver cómo podrían ser esos espacios para los nuevos paradigmas de educación. La educación avanzó y no ha cambiado la forma de posicionarse el docente para enseñar”. Sostiene que para que eso cambie, los espacios también deben cambiar. En el esquema que propone Ana, el aula desaparecería como el espacio que conocemos hoy, y aparece como un nuevo espacio que puede cerrarse, abrirse, o cambiar de dimensiones según la dinámica que necesite.
Con el objetivo cumplido, su mensaje es contundente: “todo se puede. Uno cumple su camino. Tampoco es necesario hacerlo en el tiempo que establece un plan de estudios. Siempre hay que ir para adelante y luchar por lo que uno quiere”.