Hace un año Jorge Gatica fue asesinado a golpes en la comisaría 45 de Cipolletti. Lo habían detenido por robar mercadería en una despensa del barrio Anai Mapu, horas después ingresó al hospital ya sin vida. Cinco policías fueron imputados, el de mayor rango fue juzgado en un juicio abreviado. El resto aún no. Su familia recordó a Jorge con una radio abierta en la puerta del Ministerio Público Fiscal. Su madre, Carmen sigue pidiendo justicia.
“Acá estoy luchando por mi hijo, una vez más. Ya se cumplió un año, estamos a la espera del juicio. Supuestamente para febrero tenemos la primera audiencia de control y ahí ya nos darían la fecha del juicio. Como mamá me siento muy mal de saber que esos señores no están pagando lo que tienen que pagar”, confió Carmen en una entrevista con AM740.
Tras el hecho fueron imputados todos los agentes que estaban de guardia. En la audiencia de formulación de cargos, cuatro de ellos señalaron al cabo Jorge Sosa como el autor de los golpes mortales. Meses más tarde, el oficial Gastón Moraga optó por un juicio abreviado y fue por omisión funcional dolosa de evitar la tortura e incumplimiento de los deberes de funcionario público. Su pena fue de 3 años de prisión condicional e inhabilitación perpetua para ocupar cargos policiales. El resto serán juzgados el mes que viene.
“Con lo que hicieron por mi hijo, tenían que estar todos muy encarcelados. Tengo tanto miedo a que ellos terminen con una condena mínima que sería muy feo para mí, esperamos que estos señores paguen muchísimos años por lo que hicieron. Si por mí fuera, sinceramente, mi corazón hubiera preferido que exista la pena de muerte acá”, recriminó la madre sobre el juzgamiento a los acusados.
Además, Carmen reclamó que la familia no recibió la asistencia psicológica prometida: “nos dijeron de darnos ayuda psicológica para mis nietos, los dos hijos de Jorge, y hasta ahora no hemos recibido nada, nada. Y fue el Estado el que me mató a mi hijo”.
Cipolletti, 10 de enero de 2024