El último dato de inflación generó sorpresa: un 2,2% en febrero, el registro más bajo en años. Sin embargo, en la región, la situación es distinta, con incrementos mucho más elevados en rubros sensibles. En una entrevista con AM 740, Ivana Rivero, economista de la Universidad Nacional del Comahue, analizó el impacto real de esta cifra y el panorama que se avecina.
“La carne y sus derivados fueron los productos que más aumentaron, con subas del 7% al 10%, según la zona. Esto responde a factores de oferta, como la menor producción por la sequía y las lluvias, que afectan la disponibilidad de ganado”, explicó Rivero. La reciente decisión de abrir la barrera sanitaria para permitir el ingreso de carne con hueso podría aliviar la situación, pero no garantiza una baja en los precios.
Según la economista, la inflación sigue bajando, pero el problema de fondo persiste. “Todavía estamos reacomodando los precios relativos. Venimos de una situación donde no sabíamos qué era barato y qué era caro, porque los precios estaban distorsionados por años de regulaciones y congelamientos”, destacó. Este ajuste aún en curso se traduce en aumentos en tarifas, alquileres y servicios.
De cara a los próximos meses, Rivero señaló que la inflación podría mantenerse estable, pero con picos estacionales. “En marzo, la educación y el inicio de clases pueden presionar los precios; en abril, la indumentaria subirá por el cambio de temporada”, detalló. Además, remarcó que el modelo económico de Milei apunta a la estabilidad en un plazo de 18 a 24 meses, por lo que la incertidumbre aún no ha desaparecido.
Neuquén, 19 de marzo de 2025