En una entrevista con AM740, la flamante titular de IPROSS, Marcela Ávila, brindó las primeras intenciones de cara al futuro de la obra social del Estado rionegrino. Ávila, al asumir el cargo, se enfrentará a un panorama crítico desde lo económico marcado por una inflación interanual de 160%, que golpea con fuerza a los medicamentos e insumos. Por esto, explicó durante la nota, que se buscará achicar la brecha entre el gasto y la recaudación que tiene la obra social.
Uno de los aspectos prioritarios que Ávila planea abordar es el espinoso tema de los aportes y contribuciones sobre el salario de los trabajadores. Actualmente, el empleado estatal aporta un 4%, mientras que el estado contribuye con un 7%, pero el problema radica en que estas sumas no tienen en cuenta los ingresos no remunerativos que en los últimos años abundaron. Esta omisión afecta los aumentos, comprometiendo los ingresos de la obra social y dejando a los trabajadores con aportes que oscilan entre 1,600 y 7,000 pesos, mientras que una obra social privada mínima asciende a 41,000 pesos mínimamente.
Ávila reveló que están buscando unirse con otros organismos estatales para negociar conjuntamente la compra de medicamentos o servicios. La líder de IPROSS abogó por un cambio radical en la forma en que la obra social y el Ministerio de Salud trabajan juntos, proponiendo que todos los organismos del Estado se unan para buscar mejores precios. Ávila concluyó diciendo que “hay un muy buen equipo; todavía falta definir algunas áreas”.
El tema aportes será una discusión que se viene con un proyecto que fue llevado adelante en la legislatura por la propia Marcela Ávila cuando era legisladora de Río Negro, durante la gestión de Arabela Carreras como gobernadora.