El Consejo Superior de Docencia, Extensión y Vida Estudiantil de la Universidad Nacional de Río Negro, resolvió ampliar el alcance de la presencialidad a todas las asignaturas o espacios curriculares. La medida rige desde el 1 de octubre pasado y por el resto del ciclo lectivo 2021. La casa de altos estudios deberá cumplir con los protocolos vigentes. La decisión se tomó a partir de las recomendaciones del Ministerio de Educación de Nación. En La Carretera, dialogamos con Carlos Bezic, Secretario de Docencia, Extensión y Vida Estudiantil.
Bezic explicó que “hace unos días atrás el consejo decidió ampliar el alcance de una norma promulgada el año pasado. Esa norma tenía como objetivo que, un tipo específico de asignaturas que requerían actividades prácticas, es decir, una presencialidad excluyente, con los protocolos vigentes se podían resolver. Esto aplicaba, por ejemplo, a carreras como agronomía, veterinaria y odontología. No alcanzaba a materias mas de corte social y que son más numerosas, por el peligro de la concentración de personas. Esas materias fueron virtuales, se suspendió la presencialidad”.
El secretario recordó que “las actividades prácticas durante el 2020 fueron específicas, muy controladas. Alcanzaban a una minoría. Actualmente, como consecuencia del aumento de la vacunación, la franja etaria que representan estudiantes y docentes y las recomendaciones del gobierno nacional sobre la vuelta a la presencialidad, estamos regresando de manera controlada”.
Bezic confirmó que el año próximo será presencial. Sin embargo, este año se contemplará la situación de los estudiantes de otras localidades que no pudieron alquilar cerca de la sede de cursado. El referente de la UNRN contó que este año “la presencialidad no será obligatoria, el cursado se resolverá hasta fin de ciclo con actividades teóricovirtuales. De acá a fin de año, cada asignatura deberá ver como lo resuelve”.
Para finalizar, Bezic hizo un balance de los niveles de deserción estudiantil en el marco de la pandemia. Aseguró que “en general, los niveles de deserción en toda la universidad son altos. En primer año representan el 40 %. Esto se ha dado en la modalidad presencial, en un fenómeno por el cual la universidad esta preocupada. En pandemia, hubo estudiantes que no pudieron seguir por falta de conectividad. En nuestras tres sedes, los mayores problemas se han dado en la zona andina. Hemos hecho esfuerzos para otorgar becas de conectividad. Pero en esta zona, hay gente que vive en el bosque, en lugares periféricos de la zona cordillerana. Son dificultades que no se pudieron resolver, por mas voluntad que le pusimos”.
