La discusión sobre el servicio de taxis y remises en Neuquén Capital promete estar en la agenda de este 2024. Es habitual ver por redes sociales la cacería de “uber” y el reclamo constante de taxistas contra conductores que buscan hacerse de un ingreso extra. Por este motivo la concejal del PRO, Denisse Stillger intenta regular el servicio que brindan las plataformas de viajes.
En diálogo con La Carretera, la concejal expresó: “No es ninguna novedad que el servicio no funciona bien. Hay que reajustarlo para que sea un servicio de calidad. En esa discusión plantee que hay que abrir el transporte de pasajeroS a otros servicios para que funcionen de manera conexa”. En su proyecto de ordenanza, Stillger busca que las aplicaciones como UBER, Cabify o Didi, que ya funcionan en otras ciudades, sean habilitadas en la capital provincial.
La edil del PRO, aclaró que lo que se plantea es que haya una convivencia entre el servicio que ya existe y las APP de viajes. “El proyecto es una regulación de estas aplicaciones, donde se le pone requisitos mínimos para que no haya una competencia desleal”, explicó. Para Stillger, el proyecto busca lograr una regulación que le permita “al usuario, al conductor y a los propios taxistas tener un servicio de transporte de calidad en la ciudad”.
“Si hay algo que defiendo es la voz del usuario, -remarcó la concejal- porque las decisiones tienen que estar vinculadas a lo que quiere el vecino”. Aseguró que una gran mayoría de la población está de acuerdo con este tipo de servicios. “Muchos te dicen que sí, porque el servicio de transporte no alcanza, favorece en lo laboral, y también a otros rubros como la gastronomía y el turismo”, destacó.
Stillger manifestó que “muchos concejales me han dicho que están de acuerdo, incluso la mayoría las utiliza en otras ciudades, pero no se han manifestado públicamente al respecto”. En cuanto al Ejecutivo municipal, contó que mantuvo varias charlas con el subsecretario de Transporte, Mauro Espinosa, quien le expresó la negativa del municipio. La edil consideró que “es un error prohibirlo porque la realidad nos dice que el avance tecnológico no se puede parar”.