Daniel Benitez es bombero voluntario en Allen y hace 2 años cuida y entrena al labrador mestizo ‘Loki’. El perro llegó a su vida con el propósito de aprender juntos sobre búsqueda de personas. Daniel comenzó a educarlo para que sea un animal sociable y se adapte a los juegos de rastreo. Siguen trabajando juntos para prestar servicios en operativos en áreas abiertas. También han iniciado la práctica para búsqueda de cadáveres, ya que en el valle no hay perros entrenados en esta especialidad. Daniel y Loki pasaron por el estudio de La Carretera y conocimos mejor su historia.
“Es un trabajo silencioso, de mucha paciencia y mucho amor. Uno no sabe la capacidad de ellos y el proceso de preparación es largo. Te tiene que gustar y hay que tener un apoyo, alguien que te enseñe. Yo aprendo junto con él, hacemos prácticas semanales”, comentó Daniel. “Ver un perro trabajar era un sueño para nuestra ciudad. Teníamos ganas pero no teníamos perro. Un bombero de Cipolletti de la brigada de canes nos regaló a Loki, con 4 meses. Es mestizo pero tiene buena genética, ha demostrado muchísimo”, agregó.
La relación entre perro y bombero se alimenta en el hogar y se traslada al cuartel. Loki es parte de la familia de Daniel y lo acompaña en todo momento. “Tenemos que ser sociables porque vamos a estar todo el tiempo juntos. Salimos a hacer búsquedas en la barda o el río, la amistad que tenemos es muy linda y me enorgullece. Eso se nota en los resultados”, dijo Daniel. “Todo se hace mediante un juego y con un premio. Es todo a gusto de él. Cuando le pongo el chaleco sabe que va a trabajar, que simula un juego. Al encontrar, recibe un premio“, explicó. Loki usa una técnica de venteo, para la búsqueda en grandes áreas.
La ciudad conoció a este binomio cuando desfilaron con el cuartel local, en el aniversario de Allen. “Es un servicio que le vamos a brindar a la comunidad. Estamos solos en bomberos, esto lleva tiempo. Ya tenemos que pensar la pieza de reemplazo, porque pasando sus 6 años ya tendríamos que concretar su retiro”, señaló Daniel. Agregó que para que exista una brigada canina se necesita mucho tiempo, un lugar adecuado y presupuesto para alimentos, vacunas y atención veterinaria. “Para salir de operativo también necesitamos un grupo mínimo de gente, la predisposición de los compañeros. Queremos fortalecerlo para responder en la zona”, sentenció.