Cerca de 30 mil personas se movilizaron por las calles del centro neuquino, en el marco del paro general convocado por la CGT en contra del DNU y la Ley Ómnibus impulsadas por el gobierno de Javier Milei. Sindicatos, organizaciones sociales, de Derechos Humanos, agrupaciones políticas, entre otras se sumaron a la convocatoria.
El calor extremo no impidió que las 83 organizaciones colmaran la Avenida Argentina bajo la consigna de “La patria no se vende”. Cerca del mediodía, una columna de más de 20 cuadras marchó por la Avenida hasta la ex ruta 22, para luego volver hacia el Monumento al General San Martín donde cerraron la jornada leyendo un comunicado en el que se explicaba los motivos del rechazo al DNU y la Ley Ómnibus.
“Le salimos a decir no al DNU, no a la ley Ómnibus. Le dijimos que la patria no se rifa, no se vende y los estatales estamos dispuestos dar la pelea que sea necesaria”, dijo Carlos Quintriqueo, secretario general de ATE, antes de comenzar la movilización. El líder sindical de los trabajadores estatales neuquinos rechazó las críticas que el gobierno nacional ha hecho a los empleados públicos y aseguró: “El Estado tiene sistemas de control, los tienen que activar. Acá se defiende al que es defendible. El problema es que si solamente se está en la denuncia, poniendo en la sospecha a todos, no le hace bien a nadie”.
Por su parte, Eduardo Díaz, secretario gremial del Centro de Empleados de Comercio (CEC), se mostró satisfecho por la convocatoria al paro general y resaltó el diálogo entre todas las organizaciones para poder contar “con todos los sectores como hace muchos años no ocurría”. El representante de los trabajadores de comercio expresó su preocupación por “todos los puntos que tocan la ley laboral. No podemos permitir que esto suceda”.
El secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo expresó que la movilización fue “una clara demostración de rechazo” a las medidas del Ejecutivo. “A la sociedad le decimos que hay que resistir cualquier embate que venga a poner en juego los derechos conquistados, porque son derechos del pueblo, no queda nadie afuera. Al gobierno le decimos que hay un pueblo organizado que no se va a resignar y que las organizaciones sociales, más allá de las diferencias, nos vamos a poner de acuerdo para poner un freno a cualquier embate contra nuestros derechos”, explicó.