Los residentes de la zona cercana al nuevo boliche de Cipolletti han expresado su preocupación por las molestias nocturnas que experimentan desde su apertura. En declaraciones a AM740, un vecino que prefirió permanecer en el anonimato por temor a represalias, describió la difícil situación que enfrentan cada noche de miércoles a domingo.
Sostuvo que “de miércoles a domingos esto es imposible. Nos cuesta dormir. Este boliche tiene capacidad más grande que el otro se ve y sus equipos de sonidos parecen más potentes. La estructura parece un galpón y esto no sirve de filtro. No solo se escuchan ruidos sino que vibran las estructuras”, afirmó el vecino afectado.
Los residentes han reportado puertas de casas orinadas y destrozos en la zona, pero a pesar de las quejas anteriores, el boliche aparentemente cumple con las reglamentaciones establecidas. La situación ha llevado a cuestionamientos sobre la efectividad de dichas normativas. Explicó que “lo que no sé es si están mal los reglamentos. Cortaron y bajaron el volumen en la apertura cuando fueron a fiscalizarlos. Una tomada de pelo”, agregó el vecino.
Aunque reconocen la importancia del movimiento y el impacto económico del boliche, los residentes argumentan que no pueden resignar su bienestar por el disfrute de otros. “La verdad es que vivir con esto es muy difícil. No descansamos. Son muchos días. Lamentablemente no se puede resignar el bienestar de todos los vecinos por el festejo de otros. Nos duele lo que pase. Entendemos que genera movimiento y es un negocio, pero nuestra salud está en juego. No se dan una idea lo que es no descansar por cuatro días consecutivos'”, concluyó el residente afectado.