Sebastien Ogier no tuvo fallas en la definición y con su victoria en el Rally de Monza, que se completó hoy después de tres etapas, consiguió su octavo título del mundo en la especialidad en el cierre a tiempo completo junto a su histórico navegante Julien Ingrassia al comando de uno de los Toyota oficiales.
El triunfo le permitió a Ogier convertirse nuevamente en el mejor del WRC, después de una definición directa con su compañero de equipo Elfyn Evans, como sucedió en el pasado certamen.
Ogier, quien festejó títulos con Volkswagen, de 2013 a 2016, y Ford, 2017 y 2018) repite otro bicampeonato con Toyota Gazoo Racing, y quedó a uno de su compatriota Loeb en el historial de WRC, que cuenta con 9, todas con Citroën.
Ogier celebró su quinto triunfo del año, y la 54 victoria en su campaña, después de imponerse en cinco pruebas especiales de las 16 disputadas en el Rally de Monza, en donde consiguió aventajar a Evans por 7s 3/10, y lo superó en el certamen por 23 puntos.
Detrás de los autos rojiblancos se ordenaron los Hyundai de Dani Sordo, a 21s 3/10; Thierry Neuville, a 32s 0/10; Oliver Solberg, a 1m 32s, y Teemu Suninen, a 2m 22s 6/10.
