La Universidad Nacional de Río Negro participa de una investigación en territorio. Se trata de un análisis de las condiciones para producir Hidrógeno Azul. Es una alternativa más para combatir los efectos del calentamiento global y el impacto en el cambio climático. Este tipo de hidrógeno requiere de una investigación que garantice que pueda usarse en yacimientos de gas o mediante la quema de hidrocarburos.
En La Carretera, la investigadora del CONICET Maisa Tunik, explicó los requisitos para producir hidrógeno azul. “Comenzamos a trabajar el año pasado para conocer las características de las rocas en el subsuelo, y a través de eso se va a poder saber el volumen de almacenamiento de dióxido de carbono que podríamos tener”, destacó.
El CO2 es indispensable para la vida. Sin embargo, la propia actividad humana ha hecho que se acumule mucho más de este tipo de gas del que es posible eliminar naturalmente, produciendo lo que se conoce como calentamiento global y sus devastadores consecuencias para el medio ambiente.
El desafío es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para 2050, es por eso que el hidrógeno se presenta a nivel mundial como una alternativa. En este caso el hidrógeno azul se obtiene de los yacimientos de gas natural o a través de la quema de hidrocarburos, evitando que se libere CO2 a la atmósfera, para ser almacenado en el subsuelo.
En este sentido, Tunik sostuvo que “para guardarlo es necesario poder almacenarlo en el subsuelo, en los reservorios de hidrocarburo no utilizados”. Y agregó que “la ventaja es ya conocer las características de ese reservorio”.
Con respecto a los plazos previstos, la investigadora señaló que “para este año el estudio nos va a dar un estimativo muy general de la capacidad de almacenamiento que tenemos”. Y remarcó que “la producción del hidrogeno azul aún no sabemos cuándo va a ser, pero si se estima que será a largo plazo”.
