En la Cámara de Senadores de la Nación hay al menos dos proyectos para reformar la Suprema Corte de Justicia, ampliando la cantidad de miembros del máximo tribunal. En la actualidad son 5 los jueces que conforman el máximo tribunal. El rRionegrino Alberto Weretilneck presentó su propia iniciativa.
El proyecto del senador prevé llevar de 5 a 16 los miembros del máximo tribunal. Weretilneck afirmó que “la Corte es el último lugar para los justiciables y para resolver los conflictos que puedan existir en la sociedad, por lo tanto sus fallos deben ser insospechables”. Para fundamentar este cambio explicó que “en un cuerpo colegiado con varios integrantes hay más posibilidades de encontrar nuevos consensos. Mayor cantidad de voces, mayor claridad y más auto control”.
Weretilneck se refirió a la federalización de la Corte Suprema. En este sentido manifestó que “el interior debe tener participación para cambiar este concepto centralista, tan porteño y unitario que tiene la justicia Argentina. Planteamos la creación de cinco salas con la representación de tres jueces por cada una de las cinco regiones del país. Cada sala se armaría por sorteo para evitar la concentración de poder”. El proyecto también contempla la paridad de género en la nueva composición. “En la historia del país solo tres mujeres formaron parte del tribunal y eso debe cambiar”, afirmó.
Sobre el desempeño actual del máximo tribunal Alberto Weretilneck se manifestó crítico de su funcionamiento. “La Corte es un órgano político, pero eso no implica que haga política. Si se analizan las decisiones en el Gobierno de Macri y en el actual de Alberto Fernández nos damos cuenta que la Corte cada día demuestra su vocación de administrar las cosas del país a través de sus fallos”, sentenció el ex Gobernador de Río Negro.
Al momento de presentar el proyecto de reforma de la Corte Suprema de Justicia, Weretilneck expresó que “es necesario que el tercer poder del estado vuelva a alcanzar una politicidad en un sentido virtuoso, y no vicioso como el actual, alcanzar un nuevo consenso político en el modo de su conformación para poder lograr nuevamente una Corte independiente que garantice una representación pluralista y federal a fin de ser un contrapeso de manera genuina a la actuación de los poderes ejecutivo y legislativo”.