La tormenta de la semana pasada en el Alto Valle dejó sus saldos negativos en la región. La gran cantidad de agua complicó el tránsito en las calles y trajo anegamientos en barrios y produjo rebase de cloacas. La escuela laboral no fue ajena a esta situación.
Los directivos y cuerpo docente se encontraron con una gran sorpresa al ingresar al edificio luego de la primera lluvia intensa de la semana pasada. Se cayó gran parte de la estructura del cielo raso de la escuela. Puntualmente en la dirección y en la secretaría. El interior del edificio quedó repleto de agua y se mojó gran cantidad de papeles y legajos de los alumnos.
Desde educación inmediatamente suspendieron las clases por el peligro que significa ingresar al establecimiento en estas condiciones. Luego de algunos días la comunidad educativa se encuentra con una gran incertidumbre sobre el futuro de las clases.
Los problemas en la edificación de la laboral no son nuevos y ya tuvieron varias reparaciones a lo largo de los años.
La directora del establecimiento ,Andrea Ponce, dijo que “aún no sabemos cuando vamos a volver a clases”.
Por otro lado, los miembros de la escuela se enteraron hace poco tiempo que el edificio no es propio sino que es un espacio alquilado. Por esto, Decidieron presentar el pedido para un edificio propio con la funcionalidad específica de los talleres.  En este sentido, Ponce indicó que aún la empresa que debe hacer las reparaciones no se ha presentado a trabajar en la escuela.